Monasterio de Poblet
En 1930 se inició su restauración, de forma que en 1935 pudo dedicarse nuevamente la iglesia al culto, y en 1940 retornaban a su abadía algunos monjes.No todos los espacios pueden visitarse, por ser dependencias en clausura utilizadas por los cistercienses que de nuevo ocupan el monasterio.[11] Con los cambios políticos del siglo XIX y las guerras civiles, el monasterio se vio en proceso de decadencia.En el año 1822 se pusieron a la venta sus propiedades y los monjes fueron expulsados por los somatenes liberales que estaban en guerra contra los absolutistas.En 1833 y durante la primera guerra carlista las columnas volantes de los ejércitos fijaron su residencia en el monasterio.Violaron las tumbas quemando los ropajes que encontraron dentro en busca de oro y piedras preciosas.Sacaron del monasterio los enseres más valiosos y transportables entregándolos en custodia a particulares; casi todo se perdió.[17] Poblet llegó a reunir todo lo necesario para su subsistencia sin tener que salir del recinto.[18] Los abades de Poblet llegaron a abarcar un poder jurisdiccional inmenso que no solo se extendía sobre sus monasterios y posesiones sino que además eran vicarios generales del Císter en los reinos de Aragón y Navarra.[18] La construcción de este monasterio cisterciense tal y como ha llegado a nuestros días comenzó aproximadamente sobre el año 1163, es decir a los diez años de su fundación, tal y como se venía haciendo siempre.También podía ocurrir que existiese ya algún tipo de edificación antigua y modesta donde los monjes empezaban su andadura.Todo el conjunto monástico está conformado por tres recintos bien diferenciados y comunicados entre sí por unas puertas de acceso.Sobre la puerta se encuentra un nicho con una imagen de la Virgen María como advocación del monasterio.[24] En este primer recinto había un espacio donde estaban las habitaciones de los labradores, obreros, legos y demás “familia” del monasterio.[24] Ante esta puerta tenía lugar la ceremonia de bienvenida a los reyes que visitaban Poblet.Es una puerta barroca del siglo XVII que mandó edificar el duque de Cardona en 1670.Da entrada al atrio o galilea que era desde donde se entraba a la iglesia cuando la clausura era estricta.A sus costados se abrieron unos óculos con mucha ornamentación barroca y columnas salomónicas.Se accede al interior por una puerta románica muy sencilla; está cubierta por bóveda de cañón apuntada.Este último recinto comprende todas las estancias del monasterio propiamente dicho, es decir, lo que fue la verdadera clausura.A ambos lados se ven dos timbres del rey Pedro IV; en uno de ellos puede leerse en latín y con caracteres pequeñosPor encima de la puerta están labrados los escudetes reales alternando con el del abad Guillermo Agulló (1361-1393), que fue su constructor.A la izquierda del atrio están las bodegas (n.º 14 en plano), edificio que anteriormente fue comedor de legos o conversos.Tiene planta basilical con tres naves y crucero; las dos laterales son bastante más estrechas que la central.Alrededor del presbiterio discurre la girola (n.º 7 en plano) a la que se abren cinco capillas radiales.Forment presentó una demanda judicial pero todavía en el año 1570 su nieta Úrsula García reclamaba la deuda sin éxito.Fue construido en fases sucesivas, reemplazando incluso estancias anteriores como en el caso de la sala capitular.Se supone que hacia 1162-1163 estaría ya planteado a juzgar por la estructura de las bóvedas lisas y apuntadas, propias del primer císter.Se encargaron las obras al maestro Aloi, a Jaime Cascalls y también Jordi de Déu en el año 1380.Así lo hicieron las casas de Cabrera, Montcada, Alcaraz, Boixadors, Granyena, Puigvert Montpahó, y alguna más.