[3] Durante todo este siglo XIII siguieron los trabajos del claustro, según testimonio de documentación escrita en testamentos y donaciones que se van otorgando a tales obras, siguiendo siempre la traza original románica de sus muros.
[4] En esta galería se encuentran la biblioteca, el locutorio, la gran escalera de acceso al dormitorio que está en la planta superior, la sala capitular y a su lado junto a la iglesia la sacristía antigua que sirvió de primitiva capilla.
Posteriores donaciones y adquisiciones hicieron de esta librería un lugar afamado en la Europa del momento.
Se entra desde la galería por una puerta románica cuyos capiteles (en muy buen estado de conservación), están labrados con motivos vegetales.
[8][10] En el suelo pueden verse once grandes laudas de piedra que son los enterramientos abaciales antiguos.
Alrededor de la sala y pegados a los cuatro muros están los asientos en madera para los monjes, dispuestos en tres escalones; fueron restaurados en 1946.
[11][12] Al fondo se abren unos ventanales protegidos por arcos de medio punto con tres arquivoltas que descansan en sus respectivas columnas.
[15] Al otro lado está la cocina del siglo XIII, ampliada por detrás con dependencias más modernas.
Está totalmente reconstruida y amueblada, aunque los monjes actuales no la usan como tal.
Esta pieza era indispensable para la vida y costumbres de los monjes cistercienses por lo que se concedía una atención especial a su construcción.
[16] En esta galería está el atrio (n.º 15 en plano) o vestíbulo que fue una construcción del siglo XIV, del abad Copons y los lagares (n.º 10 en plano) que fue el antiguo dormitorio de legos edificado en el siglo XIII.