Le correspondió emprender la reconstrucción de la iglesia peruana tras la guerra del Pacífico.
[1][3] Habiéndose ganado el aprecio de sus feligreses, decidió incursionar en política.
Se mantuvo en el rectorado hasta 1868, cuando renunció alegando falta de salud.
[3] En el coro metropolitano fue promovido a las dignidades de chantre y arcediano.
El nuncio, monseñor Mocceni, apoyó la demanda, de modo que en 1880 recibió Bandini la consagración episcopal.
Primero lo nombró visitador de la arquidiócesis, labor a la que Bandini se volcó con entusiasmo.
Se preocupó entonces por restablecer la disciplina de los conventos y estableció los ejercicios espirituales para el clero.
[1][3] La iglesia peruana se hallaba entonces empobrecida, debido al saqueo y destrucción ocasionados por los invasores chilenos.
[6] Para contrarrestar los avances del radicalismo y el anticlericalismo, Bandini se propuso publicar un periódico católico, lo que tras su muerte se cristalizó con la fundación de El Bien Social (1898).