Mandeísmo

A raíz de ello, las comunidades mandeas en la diáspora se autodenominan con frecuencia «sabeos mandeos».[8]​ En el Corán, los sabiún (en árabe: الصَابِئُون‎, romanizado: aṣ-Ṣābiʾūn) son mencionados tres veces junto con judíos y cristianos.Los informes sobre ellos y su religión han provenido principalmente de autores ajenos a la comunidad, particularmente Julius Heinrich Petermann, un orientalista[14]​ así como de Nicolas Siouffi, un cristiano sirio que fue vicecónsul francés en Mosul en 1887,[15]​ y la antropóloga cultural británica Lady E. S. Drower.Cuenta con creyentes en ciertas zonas de Irak, Irán, y otros países donde ha llegado por las persecuciones.Esta casta sacerdotal se divide en dos tipos, los iniciados al más alto nivel denominados ganzibra (tesoreros) y otros con menor rango de iniciación, llamados tarmidia (discípulo) y utilizan como lengua litúrgica un dialecto arameo oriental hoy ya sólo entendido por sacerdotes.Sin embargo, partes considerables, por ejemplo, del Guinza y El libro de Juan son fechables en época islámica, ya que mencionan a Mahoma y la expansión del islam.Ptahil hizo un mundo que contiene mucha luz, pero las continuas interferencias de Ruha y sus hijos estropearon su trabajo.Mark Lidzbarski consiguió demostrar que se habla de un redentor en el Ginza del mandeísmo.Otros elementos simbólicos, como entre ellos una túnica blanca, una corona y un báculo, se usan en el rito.Los misioneros portugueses en Irak los designaron erróneamente «cristianos de san Juan», aunque los mandeos nunca han aceptado a Jesús, a quien consideran un traidor que fue crucificado por Dios como castigo por volverse contra Juan el Bautista.El mandeísmo, como la religión del pueblo mandeo, se basa más en la herencia común que en un conjunto particular de credos y doctrinas religiosas.[7]​ De acuerdo con la antropóloga E. S. Drower (1960), la Gnosis Mandea se caracteriza por nueve rasgos, que aparecen en formas varias en otras sectas gnósticasː[17]​ Los mandeos obedecen diecisiete mandamientos: Un rasgo curioso es que la continencia se considera impiedad y quien no engendra hijos no tendrá un lugar en el cielo, por lo cual el matrimonio es obligatorio y la poligamia está permitida.Algunos estudiosos, como Edmondo Lupieri, sostienen que comparar estas versiones diferentes puede revelar las diversas influencias religiosas de las que se han nutrido los mandeos y las maneras en las cuales la religión mandea ha evolucionado con el tiempo.En estos textos, en vez de un amplio pléroma, hay una división discreta entre luz y oscuridad.Si bien los mandeos están de acuerdo con otros gnósticos en que el mundo es una prisión gobernada por los arcontes (entidades demoniacas) planetarios, no lo ven como cruel e inhóspito.Los mandeos no creen en Abraham, Moisés o Jesús, pero reconocen otras figuras proféticas de las religiones abrahámicas como Adán, su hijo Set y su nieto Anush (Enós), así como Nuh (Noé), sus descendientes Sam (Sem) y Ram (Aram).El Corán establece que la humanidad se divide en tres grupos, los fieles musulmanes, la Gente del Libro y los infieles (paganos idólatras).La gente del libro son los judíos, cristianos y sabeos, a quienes se les debe permitir practicar su religión discretamente.
El Ginza Rabba en idioma árabe.
Sacerdote mandaeano lee un texto religioso, Bagdad , Irak , 2008
Juan el Bautista , el Titan.