Italia llevaba mucho tiempo intentando conseguir la independencia y Pio Dallapiccola era un importante activista de la causa.
Transcurrió su infancia en su ciudad natal; en 1914 ingresó en el instituto que dirigía su padre, mientras proseguía los estudios de piano iniciados algunos años antes.
En 1918, al finalizar la guerra, la familia Dallapiccola volvió a la natal Pisino y Luigi, con catorce años, inició los estudios musicales en la vecina Trieste, bajo la guía de Alice Andrich Florio y de Antonio Illersberg.
Gracias a este último, Dallapiccola «descubre», en 1921, el Harmonielehre (Manual de armonía) de Arnold Schoenberg, un encuentro que marcará profundamente toda su vida, al punto de que años más tarde, comentando su primera lectura del texto schoenbergiano, Dallapiccola evocará a James Joyce citando su célebre frase «How life begins» (cómo comienza la vida).
Compuso sus primeras obras, cantos con textos del poeta gradense Biagio Marin (1924-26), cuatro cantos Della mia terra sobre textos de canciones populares istrianas y la Canzone del Quarnero sobre el poema homónimo poema de Gabriele d’Annunzio (1930).
El ambiente florentino fue determinante para su formación e incluso su carrera concertística como pianista tomó fuerza.
En los años treinta obtiene algunos premios en concursos internacionales, con obras como la Partita para orquesta, o Musica per tre pianoforti (Inni).
En 1938 se casó con Laura Coen Luzzatto, que será bien pronto una figura indispensable para el desarrollo del lenguaje dallapiccoliano.
Con la transcripción del Ritorno di Ulisse in patria, de Monteverdi, Dallapiccola se acercó por primera vez a la figura mítica homérica: su intención era adaptar el Ulises monteverdiano al teatro musical contemporáneo, una edición sin pretensiones musicológicas: esta publicación señala el inicio de la colaboración con la editorial Edizioni Suvini Zerboni, de Milán, que mantuvo durante toda su vida.
Compone obras como la Piccola Musica Notturna, el Quaderno musicale di Annalibera y An Mathilde.
En 1955 nacieron los Cantos de liberación, dedicados a Thomas Mann con el que Dallapiccola mantiene un intercambio epistolar.
En 1964 en la ciudad alemana de Braunschweig recibe el «Premio per la musica Ludwig Spohr», y para tal ocasión reelabora los Quattro Liriche di Antonio Machado.
Publica un libro llamado «Appunti, incontri, meditazioni», editado por Suvini Zerboni, con ensayos, fragmentos de su diario y conferencias.
Compone Sicut umbra, estrenada por vez primera en la Biblioteca del Congreso de Washington.
En 1972 compuso la pieza Commiato para voces e instrumentos, de título profético: será su última composición.