Esto le convierte posiblemente en el primer pianista español con título de doctor, aunque fuera gracias a su carrera universitaria paralela.
El 31 de mayo de 1928 debutó en la parisina Sala Pleyel con un programa formado por repertorio español, desde Granados, Turina, Falla o Albéniz, hasta contemporáneos como Joaquín Nin, Manuel Palau, Joaquín Rodrigo, Eduardo López-Chavarri, Ricardo Viñes o Ernesto Halffter.
Es que en el momento actual no se ofrece mejor mercancía ni de mayor novedad.
[9] En estos años se convirtió quizás en el pianista más emitido por la radiodifusión, especialmente por Unión Radio, tanto en directo como en discos previamente grabados, más aún cuando el 21 de diciembre de 1933 se había encargado del estreno del primer concierto para piano y orquesta de su director artístico Salvador Bacarisse.
Su presencia era habitual en los conciertos oficiales organizados por los sucesivos gobiernos republicanos, como los dados en la Exposición de Bruselas (1935), en el Colegio de España en París (1936), o cuando la Sociedad Internacional para la Música Contemporánea celebró por primera vez su congreso en España, en 1936 en Barcelona.
Fueron alumnos suyos Francisco José León Tello, los hermanos Vicente y Joan Garcés Queralt, Emilio Lehmberg Ruiz, Rafael Casasempere Juan, Amparo Garrigues Cotanda, Ramona Sanuy Simon, Eduardo López-Chávarri Andujar o Carmita Ledesma.
[11] Su ayuda y apadrinamiento fue imprescindible para que el compositor Antón García Abril se trasladara a Madrid para estudiar en el Real Conservatorio Superior de Música y pudiera realizar su posterior carrera musical.
[14] Esta omnipresencia era posible gracias a su incomparable capacidad memorística y repertorística, que abarcaba más de 2.000 obras.
Ello le permitía interpretar cuatro conciertos para piano y orquesta en un único evento,[15] o lidiar con tres actuaciones en localidades distintas y con repertorios distintos en menos de veinte horas.
Tras una década perdida por la Guerra Civil y la II Guerra Mundial pudo regresar a Europa y, especialmente, Francia, de la mano de colegas allí instalados o exiliados.
En 1952 grabó de Falla las Cuatro piezas españoles y la Fantasia Bætica.
Durante la década de 1950 llegará a tocar prácticamente un concierto anual en la parisina Salle Gaveau.
[25] En Francia, además de conciertos en formato radiofónico, también constan participaciones suyas en la recientemente creada televisión francesa.
Aprovechó sus cualidades pianísticas para ponerse en el bolsillo al público filipino, interpretando obras de sus propios compositores contemporáneos como Antonio J. Molina o Mariano A. Aguilar.
En 1953 protagonizó la película Concierto mágico donde se interpretaba a sí mismo,[34]y con exteriores rodados en Benicasim y en su propia Villa Manuela.
Aunque desde su época de estudiante en el conservatorio había compuesto algunas obras pianísticas, las únicas que fueron finalmente publicadas fueron Preludio y Danza Valenciana, editadas ambas por Unión Musical Española en 1964.