Colegio de España en París

Las obras comienzan en 1929, según el proyecto historicista de Modesto López Otero.

La proclamación de la II República retrasó un tanto las obras del Colegio, que se vieron reimpulsadas por el nuevo embajador, Salvador de Madariaga.

El Colegio funcionó ininterrumpidamente, acogiendo a diversos intelectuales exiliados tras la Guerra Civil, como Pío Baroja, Severo Ochoa o Xavier Zubiri.

Fue clausurado (aunque no ocupado, como sí lo fueron los colegios de otros países), como toda la Cité universitaire, durante la ocupación alemana de París y reabierto en 1945.

(por orden cronológico) Durante la guerra civil española se convirtió en un lugar de acogida temporal para determinados intelectuales, pasando por allí Pío Baroja, Blas Cabrera o Azorín.

Fachada sur del Colegio de España en París.