Joxe Ulibarrena

También vio cómo fusilaban en la Vuelta del Castillo de Pamplona a tres jóvenes, imagen que no se le borrará nunca, según refiere él mismo.[2]​ De esta época, además de varias figuras como imaginero para hermandades castellanas y navarras, en 1949, realiza un «Monumento a Raimundo Lanas», el jotero apodado ruiseñor navarro, en el cementerio de su localidad natal, Murillo el Fruto.[5]​ En 1950, con una beca de la Diputación Foral de Navarra, y durante cuatro años y medio, fue a estudiar a la Escuela de Bellas Artes de París, donde tuvo como profesores a Marcel Gimond, con el que realizaba teoría y modelado, y a Georges Saupique, con el que practicaba en madera, piedra y mármol.[5]​ En esta etapa pasó «a la escultura no fisiológica, plena de volumen y ritmo» según su propia definición.Allí trabajó en escultura monumental de carácter religioso, al mismo tiempo que desarrollaba su actividad como promotor cultural en el Centro Vasco de Caracas.
Monumento erigido en recuerdo de la Batalla de Noáin , obra de Joxe Ulibarrena