Algunos ven en su obra “ensimismamiento, sensibilidad y discreción”; [1] él solo ve mucho trabajo.
En el año 1963 viaja por Escandinavia y México para trasladarse, finalmente, a Nueva York, allí fijará su residencia durante dos años.
Durante esos años toma contacto con la galería Bertha Schaefer con quien expondrá su obra en repetidas ocasiones.
Este trabajo supondrá la momentánea ruptura con el collage, produciéndose un cambio radical en su quehacer artístico.
Comenzará con una intensa producción de trabajos volumétricos que denomina coudrages, realizados con maderas y telas cosidas.
A su vez realiza exposiciones personales en Santander, Sevilla, Córdoba y Granada.
Concluidas las exposiciones itinerantes por Andalucía, prepara una segunda exhibición en 1992 para la Galería Scheffel de Bad Homburg en Alemania.
En 1993 lleva a cabo una segunda exposición en la Galería Detursa de Madrid, con obras de gran formato y participa en las exposiciones itinerantes organizadas por la Compañía Iberia por varios países latinoamericanos.
En estrecha colaboración con la Galería Scheffel de Bad Homburg, participa en 1994 en varias ferias internacionales en Colonia, Chicago, Fráncfort del Meno.