Limita con los municipios de Quesada y Cabra del Santo Cristo.
Casi todas las tierras labradas se dedicaron a la producción de cereales (cebada y trigo), aunque hoy en día predomina el olivar.
El norte posee un relieve suave, con cotas de 600 metros, destacando los cerros del Chorrillo y el Moro, en el límite con Quesada.
Junto al Guadiana Menor se desarrolla una vegetación de ribera con tareis, adelfas y cañas.
Desde el siglo XIII, Larva estuvo en la frontera castellana-nazarí, jugando un papel importante en el control de las revueltas, que a través del Guadiana Menor, llevaban a cabo tanto los musulmanes como los cristianos, asentados estos últimos en tierras del Adelantamiento de Cazorla.
Los principales cultivos eran trigo, cebada y esparto con el que se comerciaba crudo o cocido.
[4] Las gestiones para constituirse como municipio independiente comenzaron en 1924 y en 1925 obtuvo el rango de Entidad Local Menor.
El ciclo festivo se cierra con la Feria, que tiene lugar a principios de agosto, dedicadas a San Pedro, en las que el baile, las casetas y los actos religiosos se prolongan durante varios días.
En Semana Santa y Navidad es típico degustar el potaje de bacalo.
Por otra parte es destacable la repostería como las empanadillas caseras, los mantecados tontos, las flores (fina masa frita con molde), los roscos de sartén, los borrachuelos, las orejitas de fraile y los soplillos (finos bizcochos semejantes a las bizcotelas).
En Larva ha llegado a haber hasta cuatro hornos, pero la despoblación y la poca rentabilidad hicieron que se cerraran.