Se sirve en el desayuno, con un poco de pan del día anterior frito (coscorrones) por encima.
Se incorpora azúcar, sal y leche (antiguamente agua), cuya cantidad depende del espesor que guste el comensal, y se remueve evitando formar grumos.
Las pollas con leche, sin embargo, se elaboran con magdalenas y requieren una elaboración diferente, detallada a continuación: Se cuece leche con sus aromatizantes (canela, piel de limón).
Se baten las claras de tres huevos a punto de nueve y se echan en la leche hirviendo para que cuajen (las pollas son las claras cuajadas).
Se agregan magdalenas cortadas en tiras rectangulares.