[5] Muy pronto estas zarzuelitas entraron a formar el grueso de lo que se conocería como «género chico»,[6] representaciones que en general abordaban temas, marcos y personajes populares y castizos, casi siempre de tipos madrileños.En esa época, el escritor colaboraba en una revista llamada La Gran Vía, como tenía una letra mala y poco legible, muchas veces tenían que enviar al cajista para que le ayudara a descifrar ciertas palabras del escrito de turno, por lo que el joven empleado y el escritor ya se conocían de antiguo y habían entablado una cierta amistad.El decorado presenta una calle a la que da una casa grande, de tres pisos y moderna para la época.[17] Y como don Sebastián le replica que «es lo mismo que un refresco de cebada o de limón», él cierra la frase con otro dicho muy extendido «pues por eso justamente ya no es ni chicha ni limoná»[18] Y continúan los dos con su diálogo científico: Es un bálsamo eficaz Hoy la ciencia lo registra Como muy perjudicialEn este momento irrumpe Julián el personaje central, con su canción melódica, de lamento, llena de amargura y quejas contra su novia, la Susana, que según cuenta a la señá Rita le da achares con un viejo verde, al que no ha visto la cara pero a quien piensa descubrir y armar en consecuencia un escándalo.Por una morena chulapa Me veo perdío Y a la cara me sale el coraje Los jugadores de cartas se pelean otra vez: «Yo fallé con la sota de bastos, el juego era mío.Venga el regalo, si no es de broma, Y llévame en berlina-na, li-nanáPodría haber sido la apoteosis final del cuadro pero después de la marcha bulliciosa la escena queda más calmada y los personajes van preparando para el público el cuadro segundo, contando lo que piensan hacer dentro de un rato cuando ellos también vayan a la verbena.Estos son monólogos y diálogos hablados totalmente, sin apoyo ninguno de la orquesta.[nota 2] La acción trascurre también al aire libre en una calle del barrio de la Latina.La escena se anima con la entrada del alegre don Hilarión: Con mis lindas chulapas Estoy lo mismo que en mi edad primera: Todas las hembras me parecen guapas.¿Y si a mí no me diera la gana De que fueras del brazo con él?[22] Después golpes, riña, tumulto, salvaguardia de don Hilarión que se ve vapuleado, gente que acude a la trifulca, los municipales; incluso el sereno se cree una autoridad: «Pues si yo toco el pito se acaba la cuestión»; pero interviene el tabernero: «Ustedes por allí (a don Hilarión y a ellas.)Ni usted aquí toca el pito (al Sereno) ni usté aquí toca na.» Los personajes se dispersan y dan paso al Cuadro Tercero cuya mutación se realiza con gran rapidez.Sus conocimientos operísticos y su gran afición se traslucen en esta zarzuela de género chico.La música acapara casi todo el libreto y son pocos los monólogos o diálogos hablados que no estén acompañados por una melodía de la orquesta.Algunos críticos del momento como Pedro Bofill (periodista y crítico de teatro)[25] comentaba en el periódico La Época lo que a él le parecía «un exceso de música para un sainete»:[26] La composición siguió las reglas establecidas para la zarzuela en general: Ofrecer al cantante poca dificultad en las ornamentaciones, en los agudos y en el fiato.Durante la mutación al cuadro segundo la orquesta sigue interpretando música con un pequeño preludio que da paso a las soleares de la gitana.Los otros personajes se entremezclan con la canción de la gitana hasta que el coro y la orquesta ponen final al número musical.Le sigue un nocturno que sirve de fondo a la conversación entre los dos guardias municipales y el sereno.[24] Los números musicales son los siguientes: En una aproximación a la discografía elemental (o fundamental) de esta zarzuela, se anotan seis grabaciones en disco vinilo (excluyendo las anteriores a los años 50), y de entre ellas se pueden destacar: Ataúlfo Argenta la grabó en dos ocasiones: en 1952 y en 1957, coincidiendo con el inicio y el final (por fallecimiento) de su colaboración con el sello Alhambra.En el año 2000, la compañía estadounidense Ohio Light Opera estrenó un montaje de la zarzuela traducida al inglés por Richard Traubner.La dirección de orquesta corrió a cargo de J. Lynn Thompson y los principales papeles fueron interpretados por Daniel Neer (Julián), Suzanne Woods (Casta), April Crane (Susana), Elaine Fox (Señá Rita), Richard Stevenson (Don Hilarión), Anthony Maida (Antonia).El elenco está encabezado por Amparo Navarro (Susana), José Antonio López (Julián) y Marina Pardo (Señá Rita).[30] La película contó con el apoyo del mismo Tomás Bretón, quien adaptó la música para que una orquesta en vivo acompañara la proyección.En relación con el éxito de la cinta, la revista El Cine opinaba: La popularidad que alcanzó la obra de Buchs impulsó a la decadente industria fílmica española y la orientó hacia una temática centrada en una atmósfera costumbrista.[32] Muchas otras zarzuelas serían llevadas al cine en los próximos años, hasta que el género inició su declive alrededor de 1925.[36] Realizada en blanco y negro, pero con algunas escenas en color, fue la primera película española en utilizar el Technicolor.[44] También, esta zarzuela ha sido grabada en diversos discos de colección durante los siglos XX y XXI, así como bailada en el chotis madrileño.
Teatro Apolo en la calle de Alcalá, donde se estrenó
La verbena de la Paloma