La mujer del viajero en el tiempo (título original en inglés The Time Traveler's Wife) es la primera novela escrita por la estadounidense Audrey Niffenegger y publicada en 2003.
Sus destinos tienen que ver con su memoria subconsciente, pues frecuentemente viaja a lugares y tiempos relacionados con su propia vida.
Por esta razón desarrolla muchas habilidades de supervivencia, como romper cerraduras, autodefensa y pequeños hurtos.
Una vez que sus respectivas cronologías convergen naturalmente cuando se conocen en el presente de Henry, este comienza a viajar hacia la infancia y adolescencia de Clare en South Haven, comenzando en 1977, cuando Clare tiene seis años.
La última visita en la juventud de Clare es en 1989, en su décimo octavo cumpleaños, durante el cual mantienen relaciones sexuales por primera vez.
Sin embargo, una versión de Henry proveniente del pasado visita a Clare una noche y ésta queda embarazada nuevamente.
Como resultado de la hipotermia y la congelación, sus pies deben ser amputados en el presente.
Clare le está esperando, como ha hecho toda la vida y, cuando llega, Henry la estrecha en sus brazos.
Audrey Niffenegger, con formación artística, es profesora en el Center for Book and Paper Arts del Columbia College Chicago, donde se preparan minuciosamente ediciones de libros pintados a mano.
Así que escribí este título y después de un tiempo comencé a pensar en ello.
[4] Estaba intrigada por el título porque «definía de inmediato a dos personas y su relación entre sí».
[5] Otros autores que Niffenegger ha citado como influencias en el libro son Richard Powers, David Foster Wallace, Henry James y Dorothy Sayers.
La última escena, en la que una envejecida Clare está esperando a Henry, fue la primera en componerse, pues actúa como punto focal de toda la historia.
[8][9] En 2002 lo envió, sin haber sido solicitado, a una pequeña editorial de San Francisco, MacAdam/Cage, donde fue recibido por Anika Streitfeld.
[10][11] Envió el manuscrito a David Poindexter, fundador de la editorial, «que lo leyó por la noche y decidió comprarlo».
[10][11] Sin embargo, para entonces Niffenegger ya tenía agente y varias editoriales de Nueva York estaban interesadas en la novela.
El manuscrito salió a subasta y MacAdam/Cage pujó 100.000 dólares, la suma más grande que había ofrecido hasta entonces por un libro.
Mis antecedentes están llenos de música punk: siempre elijo la compañía indie frente a la gran corporación».
[14] La misma autora es reacia a etiquetar la novela, afirmando que «nunca pensó en ella como ciencia ficción, aunque parta de una premisa propia del género».
[16] Niffenegger ha definido los temas de la novela como «mutantes, amor, muerte, amputación, sexo y tiempo».
Según Charlie Lee-Potter, del periódico The Independent, el libro es «una elegía al amor y la pérdida».
[24] Los críticos, en general, han elogiado la caracterización de Henry y Clare, particularmente por su profundidad emocional.
[13] Michelle Griffin de The Age destacó que, si bien Henry «está diseñado expresamente para las vidas fantásticas de las damas lectoras», sus defectos, en especial su naturaleza «violenta, propensa a las discusiones y depresiva» lo convierten en un personaje fuerte y bien definido.
[27] Por otro lado, muchos críticos se mostraron impresionados por la premisa de la novela, pero reprobaron su estilo melodramático.
En cambio, ese día madruga «para escuchar un mundo que será normal por un poco más de tiempo».
[27] Miriam Shaviv, en la misma línea, escribe en The Jerusalem Post, «No hay ningún mensaje original o ni siquiera exento de clichés aquí.
[41] Los directores Steven Spielberg y David Fincher expresaron su interés en el proyecto, aunque no se llevaron a cabo negociaciones con ellos.
[42] En marzo de 2005 se le propuso el proyecto al director Gus Van Sant,[43] pero no llegaron a buen puerto.