La Nueve

Se trató de una compañía bastante destacada al estar formada casi íntegramente por unos 150 republicanos españoles bajo mando francés, aunque en la División Leclerc también estaban enrolados y dispersos otros soldados de origen español en diversas compañías.

Mientras tanto los puertos del África Occidental Francesa en Marruecos, Argelia y Senegal eran un caos, pues miles de refugiados se amontonaban en los muelles.

La Francia de Vichy no ocultaba su desconfianza y rechazo hacia los republicanos españoles, mayoritariamente izquierdistas, y, aunque no procedió a deportarlos masivamente hacia España, les obligó a elegir entre prestar trabajos forzados en la metrópoli, enrolarse en la Legión Extranjera Francesa o ser repatriados voluntariamente.

Los españoles entraron en combate en este frente contra los restos del Afrika Korps, compuesto por tropas alemanas e italianas, en diciembre de 1942 en Túnez.

Si bien muchos soldados españoles pensaban que esta fuerza podría ser más tarde el núcleo de un renacido ejército republicano español, tal esperanza nunca se concretó y continuaron sirviendo como tropa extranjera firmemente adscrita a la Francia Libre (jamás como unidad autónoma de esta).

Junto a estos vehículos, rodaban unos cuantos camiones encargados del suministro y abastecimiento de La Nueve.

Veteranos anarquistas intentaron nombrar a un blindado como su fallecido líder Buenaventura Durruti, pero los franceses no lo permitieron, por lo que le pusieron Les Pingouins.

La División Leclerc, contando con «La Nueve», se encuadró dentro del Tercer Ejército estadounidense liderado por el célebre general George Patton.

Las primeros enfrentamientos ligeros que tuvieron los republicanos españoles contra la Wehrmacht, se desarrollaron en sitios como Rennes, Le Mans, Château-Gontier y un papel muy destacable junto a los soldados estadounidenses en Alençon.

Al día siguiente, el 17, cayó Roberto Helios; los días 18 y 19 el Segundo Ejército británico de Bernard Montgomery llegó a la zona y lanzó un contraataque salvando a los soldados españoles de una masacre.

Anécdota parecida le ocurrió al locutor que entrevistó a los recién llegados y recibió un castizo «Pardon mesier mais je suis español».

Al entrar en la plaza del Ayuntamiento, el semioruga español «Ebro» efectuó los primeros disparos contra un nutrido conjunto de fusileros y ametralladoras alemanas.

El jefe francés de la 9.ª Compañía, Raymond Dronne, se dirigió hacia la comandancia del general alemán Dietrich von Choltitz para requerir la rendición.

Los soldados españoles de la División Leclerc desfilaron llevando en sus estandartes los colores de la Segunda República Española aunque pronto se le obligó a retirarlas; las posteriores protestas del régimen franquista fueron ignoradas por el gobierno francés.

El día 12 los españoles obtuvieron un señalado éxito cuando hicieron prisioneros a 300 soldados alemanes al tomar la ciudad de Andelot.

La batalla por la recuperación de Alsacia comenzó en noviembre; allí los alemanes destruyeron con un proyectil un tanque español donde iba el alférez Federico Moreno, aunque por suerte no hubo bajas.

Tras la guerra, varios veteranos españoles quedaron en el Ejército francés, mientras que otros prefirieron desmovilizarse y permanecer como civiles en Francia.

Para tal efecto se desveló una placa conmemorativa junto al río Sena en el Quai Henri IV.

En 2020, la ceremonia fue presidida por la vicepresidenta del Gobierno española Carmen Calvo, durante su viaje oficial en Francia.

Desfile por los Campos Elíseos de unidades pertenecientes a la 2.ª División Blindada tras la Liberación de París