Juan Antonio Ribeyro

Presidió también la Corte Suprema de Justicia en varios períodos: 1858-1859, 1861-1862, 1870-1873, 1877-1878, 1879-1884 y 1886.

[3]​[4]​ Al retornar Pezet y asumir el mando en agosto de 1863, Ribeyro fue confirmado en esos cargos.

Ribeyro recibió la credencial presentada por Mazarredo, pero no lo examinó al momento, diciendo que lo revisaría después con cuidado.

El 1 de abril, envió a Salazar una nota en la que le hacía saber que el gobierno peruano solo lo recibía como agente del gabinete de Madrid, más no como comisario, ya que este título no se sujetaba a las reglas y usos diplomáticos.

[7]​ Salazar, enfurecido, se dirigió donde el almirante de la Escuadra Española del Pacífico Luis Hernández-Pinzón Álvarez, exigiéndole que reparara el honor nacional, aduciendo que el gobierno peruano no lo había recibido.

Al día siguiente, aprobado el voto de censura, el presidente Pezet aceptó su renuncia.

[3]​ Ante su tumba, el poeta Ricardo Rossel pronunció un discurso en el que decía lo siguiente:[13]​

Sobre su gestión durante el conflicto con España, publicó:[1]​ Sobre asuntos legales, publicó:[1]​ Sus Estudios históricos, que aparecieron en el diario El Nacional, y la Galería biográfica incluida en los Anales Universitarios (tomo II a XIII), son también de sumo interés, por su fondo testimonial e ideológico.

Bisnieto suyo fue el escritor Julio Ramón Ribeyro, quien lo evoca en uno de sus cuentos, titulado: «El ropero, los viejos y la muerte» (1972).

Presidente Juan Antonio Pezet, de cuyo gobierno Ribeyro fue premier y canciller (1863-1864).
Fotografía de Juan Antonio Ribeyro.