En el proyecto de Acción Española, Jorge Vigón asumió desde el principio un papel destacado.
Redactó numerosos artículos para la revista e impartió cursos de formación en la sociedad cultural, tales como «La religiosidad en el ejército».
Se dirigieron a Burgos, donde presenciarían el triunfo del alzamiento militar.
El undécimo gobierno de Franco, que con pequeños cambios dura siete años, estaba dividido en dos: por una parte, los tecnócratas-monárquicos, liderados por Carrero Blanco, por otro, los llamados regencialistas, encabezados por Muñoz Grandes.
Jorge Vigón formaba parte del primer grupo más preocupado por la sucesión que por la reforma interna.
[17] Rafael Calvo Serer[18] destaca la significación del nuevo ministro vinculado a la «tercera fuerza» y que llega al gobierno convencido de que se le había llamado para traer la monarquía.
Jorge Vigón, considerado entonces como monárquico y bienintencionado general,[21] figura en el primer grupo garantizando que la monarquía y no la república era la forma de estado que finalmente debía aceptarse.