Ambas formas de entender los mismos hechos y procesos son analizables desde diversos puntos de vista, como su ritmo particularmente lento, dado el carácter precoz en sus inicios y su largo desarrollo, al menos en relación con otros países europeos como Gran Bretaña o Alemania.
Al estudiar los inicios de la industrialización en España y compararlos con la revolución industrial de Inglaterra se observa que los principales hechos que habían dado lugar a esta comenzaron en el último tercio del siglo XVIII en Inglaterra, con una acumulación primitiva de capital financiero que llevó a cambiar las estructuras agrarias existentes.
Los hechos principales que demoraban el desarrollo industrial español pueden sintetizarse en los siguientes: La excepción a toda esta situación fue Cataluña donde sí se podían encontrar condiciones de un proceso similar al llevado a cabo en Inglaterra.
A esto se añade una acumulación externa de capital originada por el comercio colonial.
Fue en este periodo cuando se empezó a reemplazar la falta de capitales internos con la inversión procedente del exterior.
La financiación exterior jugó un papel fundamental en el proceso industrializador español proporcionando no solo los recursos financieros hasta entonces insuficientes sino también soluciones técnicas ya extendidas por Europa central y del Norte, que empujaron y dinamizaron el proceso industrializador español.
Entre 1830 y 1854, de nuevo Cataluña incorpora algunas Historia de la industria del algodón en Cataluña#El gran salto (1832-1861)innovaciones textiles con la mecanización del algodón; en Asturias se inicia la siderurgia, y en Málaga se crea otra siderurgia que pronto fracasaría.
Asimismo también se regulaban la calidad mínimas que debía tener al producción para poder venderse con el sello de fabricada en Alcoy.
En el siglo XVIII se estableció oficialmente la "Bolla" que era un organismo donde se agrupaban las fábricas de a ciudad para ofrecer una garantía que certificaba la calidad y el acabado de los géneros textiles.
En dicho lugar se recogían muestras textiles de toda la producción para controlar su calidad.
En 1756 existen ya 15 fábricas con franquicia real, y otras tantas sin ella.
Tampoco tienen éxito los esfuerzos realizados en Asturias para modernizar la explotación del carbón e iniciar la siderurgia.
Dos sectores que en el centro europeo aparecen como catalizadores de la revolución industrial, el agrario y el comercial, no sufrieron cambio alguno en la España del siglo XIX.
Al oeste de Sierra Morena, en la provincia de Huelva, hay una banda cuprífera que incluye piritas y blendas, cuya explotación la inicia en 1855 una compañía francesa, a la que sucede en 1866 otra inglesa.
En el río Tinto, al Estado sucede en 1873 un consorcio bancario que se apoya en la experiencia extranjera.