Su lustrosa apariencia se debía a la finísima capa de cera que lo recubría para proteger el tejido y el dibujo.
[1] El término «chintz» es un derivado hindú de la palabra en sánscrito ‘chitra’, que significa moteado o brillante.
[7] A partir del siglo XX, el chintz es mucho menos frecuente en la confección de vestidos.
Hacia 1600, comerciantes portugueses, holandeses y marselleses importaron muestras de chintz hasta Europa.
En 1759 se levantó la prohibición sobre el chintz ya que para entonces la industria textil francesa e inglesa habían logrado imitarlo.