El punto más elevado del término municipal se sitúa en La Charola, a 940 m de altitud.
[1][2] Otra teoría relaciona Horche con el latín ulice, que significa "brezo", derivando a ulch y orch en un claro influjo mozárabe.
Tal vez Talamanco se apoye en la forma vasca ORTSE, que para Azkúe (1969 II, 135) es 'ahí mismo'.
Aunque Nieto (1997, 121 y 181) relaciona Horche con el latín ULICE 'brezo', la derivación hacia *URCH, *URCH, *OLCH u *ORCH se produce por el influjo mozárabe-árabe de la zona, pensamos que dada su ubicación en las proximidades de un valle fértil, se puede relacionar con 'huerto', como propone Menéndez Pidal (1973, 164), además apunta Madoz (1987 II, 83) que sus manantiales riegan algunas hortalizas.
El primer acta con Horche con H no lo firmó ningún miembro del ayuntamiento por discrepancias con la norma.Aún así las tensiones producidas por ello estuvieron presentes hasta 1905.
Después decidieron juntarse todas las poblaciones en lo alto de Horche y allí hacer una casa fuerte o castillo en el que defenderse.
Durante los siglos XVI y XVII sus vecinos destacaron por la porfía y tenacidad con que defendían sus derechos tanto contra la ciudad vecina como contra el Concejo de la Mesta, tanto que en la segunda mitad del siglo XVI eran conocidos en Guadalajara como los cabezudos.
Por la mañana, tras oír el pretendiente y futuro Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico misa en la ermita de La Soledad, continuaron camino hacia Guadalajara.
La cincuentena de soldados felipistas que se encontraban, junto a los varones que habían sido movilizados como milicia, optaron por retirarse hacia los bosques vecinos, mientras las mujeres se encerraban en la iglesia parroquial y el convento de San Francisco.
Según relata fray Juan de Talamanco, las mujeres quedaron muy impresionadas por los actos sacrílegos realizados en las iglesias contras las formas sagradas.
[13] A la escuela acudían 110 alumnos, percibiendo el profesor 2500 reales más las retribuciones que recibía de sus discípulos.
[13] La industria se reducía a la fabricación de paños ordinarios, dos molinos harineros, dos aceiteros, una prensa hidráulica y un batán.
Se conocen los siguientes alcaldes previos a esta fecha: Pablo Muñoz; Juan de Hernández Pérez, alcaldes ordinarios= 1575 Bernardo Pérez y Eugenio García, alcaldes ordinarios= 1661 Licenciado Juan Ruiz, Abogado de los Reales Consejos, y Manuel Lozano, alcaldes ordinarios= 1692 Francisco de Asís Batllón= 1876... Gabriel Catalán= 1888... Mariano del Rey Calvo= 1896... António Fernández Moral= 1902… Vicente Ruiz Cortés= 1926 ... Eugenio Ruiz Cortés= 1929... Julián Prado del Rey (Guerra Civil) Actualmente el Ayuntamiento de Horche está gobernado por el Partido Socialista Obrero Español.
La plaza es el espacio público más concurrido de la localidad, y junto con sus calles aledañas forma su principal núcleo comercial.
En la parte central de la plaza se ubica la fuente con pilón, cuyo diseño ha sido modificado varias veces, siendo el actual una copia del original, realizada por un artista local.
Leonor del Castillo, como dueña de la Casa Cuartel, le pide que haga reparaciones y reformas necesarias.
En 1929 el Ayuntamiento, cuyo alcalde era D. Eugenio Ruiz Cortés (de la familia apodada "Cencerros"), mandó construir el actual edificio en la calle San Roque número 46, esquina con la calle San Juan, dentro del casco histórico del pueblo, con dos plantas, cuatro viviendas y un total de 148 metros cuadrados construidos en superficie.
Cierto es que se sitúa en altura con gran pretil en la calle de San Roque y patio abierto a ambos lados del edificio.
Durante la Guerra de Sucesión (1701-1714), las tropas británicas tomaron la villa y el convento tuvo que refugiar a la población femenina.
Fue abandonado definitivamente en 1835, cuando el gobierno decretó la supresión de todos los conventos y monasterios españoles.
Fue desamortizado entonces pasando a manos privadas, que aunque no lo han rehabilitado, mantiene la estructura original.
Aunque desde comienzos del siglo XIX, se impuso la práctica hoy habitual de enterrar en los cementerios extramuros, hubo importantes resistencias a ello.
En los extremos hay varios cipreses plantados, y a lo largo del cementerio encontramos algún árbol diseminado.
Las leyendas han continuado luego adornando el hecho y la secuencia primera de los anos.
Dice la leyenda también que esta benefactora mujer costeo de modo muy principal la construcción del castillo.
En el centro del lavadero se levanta una piña con cuatro caños que vierten continuamente agua al pilón, cuya capacidad era de aproximadamente cien lavanderas.
Restos suyos son, según Juan Talamanco, algunas de las columnas con que se construyó el Calvario.
Justamente el día del Corpus, en el que existía la costumbre de celebrar en la plaza mayor unas representaciones teatrales de Autos sacramentales y piezas populares, se ataron unas cuerdas a la picota para sostener un gran toldo que cubriera la escena.
Las más conocidas y con mayor fama son las que se encuentran en el barrio de las Flores.
Se conoce que en 1956 Horche contaba con dos industrias dedicadas a aguas carbónicas o gaseosas, «La Antigua» y «La Horchana».