Antonio Pareja Serrada

Es parte integrante de esa generación de primeros historiadores positivistas de la que formaron parte los cronistas provinciales Juan Catalina García López (1845-1911) y Manuel Serrano Sanz (1866-1932), y otros investigadores que no siguieron su carrera en centros universitarios como Miguel Mayoral (f. 1901) y Juan Diges Antón (1855-1925).

Después completó sus estudios en la Universidad Central de Madrid, donde se licenció en Filosofía y Letras.

Fue en Madrid donde tuvo su residencia habitual, aunque, como muchos eruditos alcarreños de la época, regresaba cada verano a su ciudad natal.

En cuanto a esa primera faceta, la de profesor, se sabe que, además de impartir asignaturas afines a su licenciatura en varios centros enseñanza privada, publicó varios manuales y libros de lectura moralizante para niños y jóvenes, entre los que cabe citar: Aún fue más intensa y prolífica su actividad periodística.

En Nuevo Mundo destacaron sus artículos publicados a lo largo de 1902 sobre la Guerra de la Independencia y las aventuras y desventuras vividas por algunos personajes populares como el tío Chavito o el tío Vivito, entre otros.

Fue en este último período cuando su actividad editorial se centró en los temas alcarreños siguiendo fielmente las responsabilidades que exigía esa distinción: investigar, estudiar y divulgar permanentemente los valores históricos, artísticos y culturales de la provincia de Guadalajara.

Junto a este proyecto abordó otro no menos interesante: Diplomática Arriacense.

La primera entrega apareció en 1921 bajo el título Diplomática Arriacense, recogida por Antonio Pareja Serrada (Cronista Provincial).