Los primeros colonos europeos reconocieron este potencial y se hicieron varias propuestas para un canal.
[1] A fines del siglo XIX, los avances tecnológicos y la presión comercial permitieron que la construcción comenzara en serio.
Acosado por sobrecostos debido a la severa subestimación de las dificultades para excavar la accidentada tierra de Panamá, las grandes pérdidas de personal en Panamá debido a enfermedades tropicales y la corrupción política en Francia en torno al financiamiento del proyecto masivo, el canal solo estaba parcialmente terminado.
Primero, Estados Unidos buscó construir un canal completamente nuevo a través de Nicaragua.
En 1560 se llevó a cabo una inspección del Istmo y se realizó el primer plan de trabajo para construir un canal, que a la postre resultó inviable para los medios existentes en la época.
Esta carretera fue construida, y se conoció como El Camino de Cruces.
También se contempló que otras potencias marítimas podrían sacar partido del canal.
Durante el siglo XVIII hubo más proyectos e informes, pero la Corona consideró otras prioridades.
[5] En el siglo XIX, después de tres siglos en los que el Camino Real, y más tarde el sendero de Las Cruces, habían servido como vía de comunicación a través del istmo, resultaba evidente que era necesaria una alternativa más barata y rápida.
Dada la dificultad de construir un canal con la tecnología entonces disponible, un ferrocarril pareció una excelente oportunidad.
Después de la finalización con éxito del canal de Suez en 1869, los franceses se inspiraron para abordar el proyecto aparentemente similar para conectar los océanos Atlántico y Pacífico, confiando en que podría llevarse a cabo con escasa dificultad.
En 1876, se creó una compañía internacional, La Société internationale du Canal interocéanique para realizar el trabajo y dos años más tarde obtuvo una concesión del gobierno colombiano, que entonces controlaba esa área, para excavar un canal a través del istmo.
La construcción del Canal de Suez, en esencia una zanja excavada por un desierto plano, arenoso, presentó algunos desafíos, pero Panamá iba a ser una historia muy diferente.
2148 edificios se habían adquirido, muchos de los cuales eran completamente inhabitables, y la vivienda era al principio un problema importante.
El problema más grave de todos, sin embargo, fueron las enfermedades tropicales, la malaria y la fiebre amarilla en particular.
Se propuso que se construyera una presa en Gamboa para controlar las inundaciones del río Chagres, junto con los canales para llevar el agua lejos del canal.
104 legisladores fueron encontrados envueltos en la corrupción y Jean Jaurés fue comisionado por el parlamento francés para conducir la nueva compañía del canal de Panamá.
[6] Pronto llegó a ser claro que la única forma de salvar algo para los accionistas era continuar con el proyecto.
En noviembre de 1906, Roosevelt visitó Panamá para inspeccionar el progreso del canal.
Este fue el primer viaje fuera del país para un presidente de Estados Unidos, durante su cargo.
Otra controversia en ese momento fue si la obra del canal debía ser llevada a cabo por contratistas o por el mismo gobierno de Estados Unidos.
Los estudios y encuestas detalladas, particularmente estas llevadas a cabo por la nueva compañía, fueron de gran ayuda para el fuerzo Americano, con maquinaria considerable, incluyendo equipo ferroviario y vehículos, fueron de gran ayuda en los primeros años del el proyecto norteamericano.
El buque de guerra USS Oregon que estaba anclado en San Francisco, salió para tomar el lugar del USS Maine, y su viaje demoró 67 días alrededor del cabo de Hornos.
Sin embargo, la supervisión inicial excesivamente burocrático de Washington ahogó sus esfuerzos para obtener grandes fuerzas de maquinaria pesada en el lugar rápidamente, y causó gran fricción entre Wallace y la Comisión.
No había prácticamente comodidades en el lugar para una numerosa fuerza de trabajo, y la infraestructura se desmoronaba.
Human Rights Watch describió la reacción de la población civil panameña a la invasión como «generalmente comprensiva».
[10] En los últimos años el canal está amenazado por los bajos niveles de agua durante la sequía y debido al cambio climático.
[11][12] En los años 2023 y 2024 hubo graves problemas de sequía en el canal por una crisis hídrica histórica.
[16] Al día siguiente, Trump afirmó que el canal estaba "cayendo en las manos equivocadas", refiriéndose a China.
Poco después, el presidente panameño José Raúl Mulino le respondió.