Judaísmo ultraortodoxo

Los jaredíes (en hebreo: חרדים) (transliterado: jaredim) también son conocidos como judíos ultraortodoxos, o como aquellos que temen a Dios.Sin embargo, a pesar de que otros grupos judíos ortodoxos (ya sean jasídicos u ortodoxos modernos) aceptan esta afirmación, hay diferencias entre todos los grupos en cuanto al comportamiento en ámbitos no legales; es decir, en el ámbito de la cosmovisión individual y colectiva, que no está reglamentada por la Torá.Hoy en día muestran una fuerte presencia en Israel, donde cuentan con sus propios barrios (e, incluso, sus ciudades), sus partidos políticos, sus comercios y sus escuelas.De hecho, este judaísmo heterodoxo existía (por ejemplo, los karaítas), aunque su relevancia no era lo suficientemente significativa como para dar origen a una denominación específica.En el siglo XIX, la llegada a Occidente de la modernidad hace que se produzcan fuertes evoluciones en el judaísmo, primero en Alemania y más adelante en toda Europa.Según esta teoría, los judíos no deben alejarse de sus valores, pero pueden participar en la vida social del entorno en el que se mueven.Sin embargo, otra corriente rechazó frontalmente la entrada en las sociedades occidentales consideradas opuestas por sus valores a la tradición judía.Así, la nueva ortodoxia alemana y los conservadores del este de Europa fundaron conjuntamente el movimiento Agudat Israel en 1912 en Polonia.Pero en el periodo de entreguerras se acentúan las divergencias entre ortodoxos "modernos", más o menos influenciados por las tesis del rabino Samson Raphael Hirsch, y los conservadores.Se aplican dos principios fundamentales en el mundo jaredí: Daat Torah, "lo que dice la Torá", y Emunat Jajamim, "la fe en los sabios".[3]​ En la práctica, las comunidades jasidíes (una de las dos corrientes principales del judaísmo jaredí) tienen un referente supremo, su admor o rebbe.Admor o jefe de yeshivá, los "grandes" con frecuencia son ancianos y en general viven aislados, sin leer la prensa ni ver la televisión.Pero se encuentran también comunidades relativamente importantes en los Países Bajos, Zúrich (Suiza), Reino Unido y Francia, especialmente en Estrasburgo.En Israel, los jaredíes obtuvieron significativas subvenciones del Estado para sus actividades, lo que permite a muchos hombres adultos consagrar todo su tiempo al estudio.Esos partidos específicos, que son reflejo de las divisiones internas en el mundo jaredí israelí, tienen una doble función.También los jasidíes de Lubavitch, muestran una cierta apertura, y no temen aparecer en la televisión, al igual que los jaredíes mizrahí|mizrahíes del Shas.Por último, una tercera corriente, muy minoritaria, rechaza ampliamente esa modernidad, y considera que los jaredíes clásicos se han hecho demasiado laxos.[3]​ Al final, la común desconfianza ante la modernidad (sobre todo social y política) lleva a adoptar posiciones que van de algunas cómodas adaptaciones hasta una orgullosa hostilidad.Los jaredíes mizrahíes tienen hoy sus propios líderes religiosos (Ovadia Yosef), su partido, y defienden los intereses de su comunidad.En realidad ese debate nunca se ha cerrado, pero la tendencia a solicitar un refuerzo de la legislación religiosa en Israel es mayoritaria.Por ejemplo, el Rab Moshe Jaim Luzzato, escribe en el Orjot Tzadikim "kol hamitbaiesh javero berabim ein lo jelek leolam haba" (todo el que avergüenza a su prójimo en público, no tiene parte en el mundo venidero).También hay prohibición de mover piedras en Shabat (Muktzé), lo cual hace más condenable el acto por los mismos ultraortodoxos.... Motines contra las autopsias (prohibidas por la ley judía).Los ataques contra los grupos "heterodoxos" como los caraítas o los samaritanos pueden ir muy lejos, a veces con acusaciones fantasiosas (semimusulmanes, enemigos de los judíos...).Los jaredíes despiertan regularmente reacciones hostiles, especialmente en Israel, tanto por su política de obligaciones religiosas como por sus diferencias visibles.El Estado siempre se negó a esa reforma, que sería una auténtica declaración de guerra contra el judaísmo estadounidense, dominado por esas corrientes.Algunos no los aceptan como plenamente judíos hasta una conversión acelerada por inmersión en un baño ritual (lo que los Beta Israel rechazan en general).Son totalmente rechazados, y las acusaciones más diversas, a veces muy violentas, florecen contra ellos: paganos, cripto-musulmanes, enemigos de los judíos...Los jaredíes tienen terminantemente prohibido ver la televisión, aunque tienen permitido tener internet en casa, siempre que posean un filtro parental.Los periódicos jaredíes más importantes son Hamodia (El Anunciador), Yated Neeman (Base Leal), Mishpacha (Familia) y Bakehilla (En la Comunidad).Al mismo tiempo, hay emisoras con meditaciones religiosas y música jasídica, así como incluso un portal de noticias para judíos ultraortodoxos, Ladaat.net.
Jaredíes leyendo un cartel en Jerusalén .
Rollo de la Torá .
Rabinos dirigentes de la dinastía de los jasidíes de Chernóbil.
Consulta de carteles en el barrio jaredí de Mea Shearim ( Jerusalén ) en 2006. Los murales son una vía tradicional de comunicación de las posturas de los rabinos en los barrios ultraortodoxos.
Jóvenes jaredíes junto con trabajadores sij en Nueva York , en 2005.
Rabinos del movimiento Neturei Karta durante un mitin en apoyo a Palestina .
El rav Ovadia Yossef , jefe espiritual de los jaredíes sefarditas .
Jaredíes dirigiéndose a la sinagoga , en Rehovot , en Israel , en 2004.