Estas comunidades, de origen sefardí o askenazí, se adherían totalmente a la ideología histórica del judaísmo ortodoxo, según la cual el estado judío de la Antigüedad había sido destruido por voluntad divina como castigo por los pecados del pueblo judío.
Según esta aproximación, sólo el mesías puede restablecer el estado judío, a la hora decidida por Dios.
Un partido religioso, el Agudat Israel, se creó en Europa oriental en 1912, por una coalición de grupos procedentes del judaísmo rabínico ortodoxo.
Esto se debe a la propia estructura del judaísmo ortodoxo, que no cuenta con una dirección centralizada.
Su llegada al territorio del Mandato Británico de Palestina no implicaba una alianza con el proyecto político sionista.
Pero eran conscientes de los riesgos que corrían sus fieles en Europa, y deseaban encontrar una solución para ellos.
La Agencia Judía para Palestina, institución sionista, distribuía los visados de inmigración concedidos por los británicos.
La mayoría había surgido del antiguo Yishuv, aunque ciertos inmigrantes jaredíes más recientes se les unieron.
Los escisionistas hicieron que la Edah Haredit fuera un grupo totalmente independiente del Agudat Israel de Palestina.
Igual que Agudat Israel, pero a un nivel más firme, es una federación muy amplia de grupos muy autónomos.