La Ley del Retorno (en hebreo: חוק השבות, "ḥok ha-shvūt") es una de las leyes más importantes de Israel, ya que concede residencia y, junto con otras leyes, ciudadanía a los judíos de cualquier lugar del mundo que deseen emigrar a ese país.
Este primer borrador concedía trato de oleh (inmigrante en hebreo, forma femenina: olah, plural: olim) a todo judío que deseara establecerse en Israel.
[2] Desde la modificación de 1970 el texto de la ley recoge explícitamente que esta no es aplicable a personas que se hayan convertido a otra religión.
Desde principios de la década de 1990, llegaron a Israel muchos inmigrantes no judíos que pudieron demostrar parentesco con algún abuelo judío aunque fuera abuelo político y aunque estuviera muerto.
Esta población tuvo la oportunidad de mejorar su situación económica y a recibir exenciones fiscales, ayudas económicas y subvenciones que fomentaron la compra de viviendas.