Sin embargo, el golpe fracasó en solo tres días y Gorbachov volvió al poder.
Las reformas liberaron algunas fuerzas y movimientos que Gorbachov no esperaba.
Especialmente creció la agitación nacionalista en la parte de la Unión Soviética con minorías no-rusas, por lo que había temores que algunas o todas la repúblicas de la unión se separaran.
Continuaban los conflictos étnicos armados en Nagorno Karabaj y Osetia del Sur.
Baklánov, Boldin, Shenin y Varénnikov demandaron que Gorbachov declarase el estado de emergencia o dimitiera, y nombrase al vicepresidente de la Unión Soviética Guennadi Yanáyev como presidente en funciones, y, así permitir a los conspiradores la «restauración del orden» en el país.
[14][24][25] Borís Yeltsin llegó a la Casa Blanca, el Parlamento ruso, y a las 9 de la mañana del 19 de agosto, junto con el primer ministro Iván Siláyev y el presidente en funciones del Soviet Supremo de la Unión Soviética, Ruslán Jasbulátov, hicieron una declaración en la que afirmaron que se estaba llevando a cabo un golpe de Estado "reaccionario e inconstitucional".
La declaración llamaba a una huelga general con la petición de que Mijaíl Gorbachov se dirigiese al pueblo.
Dijo: «En estos años ha terminado muy cansado y necesita algún tiempo para recuperar su salud».
Yanáyev dijo que el GKChP estaba comprometido en continuar las reformas.
Sin embargo, su débil postura, temblándole las manos y expresiones temblorosas hicieron sus palabras poco convincentes.
[26][15][23] Esto se interpretó como un signo de ataque inminente a la Casa Blanca.
[29][30] En la tarde del 20 de agosto, Kryuchkov, Yázov y Pugo decidieron finalmente atacar la Casa Blanca.
El Grupo Alfa al mando del general Víktor Karpujin y otros altos oficiales del grupo, junto con el general Aleksandr Lébed, subjefe de las Tropas Aerotransportadas, se mezclaron con la multitud cerca de la Casa Blanca y evaluaron la posibilidad de llevar a cabo la operación.
Después de eso, Víktor Karpujin y el Grupo Výmpel al mando del coronel Beskov intentó convencer a Aguéyev que la operación era imposible, y que el resultado sería un baño de sangre.
Tuvieron lugar enfrentamientos en torno a las calles, que condujeron a la muerte de tres manifestantes: Vladímir Úsov, Dmitri Komar y Iliá Krichevski, aplastados por un tanque, pero en general hubo un escaso número de episodios violentos.
Entonces a Vladímir Úsov le dispararon cuando intentó ayudarle, probablemente inintencionadamente.
Al mismo tiempo, un tercer joven, Ilyá Krichevski, recibió un disparo en circunstancias no aclaradas.
La multitud prendió fuego al IFV, pero no murió ningún soldado.
Los miembros del GKChP se reunieron en el Ministerio de Defensa de la Unión Soviética, y no sabiendo qué hacer, enviaron una delegación a Crimea para reunirse con Mijaíl Gorbachov y negociar.
Vladímir Kryuchkov, Dmitri Yázov, Oleg Baklánov, Aleksandr Tizyakov, el presidente del Soviet Supremo de la Unión Soviética Anatoli Lukyánov y el Vicesecretario General del PCUS Vladímir Ivashko volaron hacia la península.
Reino Unido se alineó con Washington cuando el canciller alemán Helmut Kohl ofreció su apoyo a Gorbachov.
Mitterrand no dudó leer en directo en la televisión una carta enviada a su nombre por Yanáyev.
Sin embargo, en sus memorias, Gorbachov señaló amargamente: «Desde Forós [en Crimea, donde estuvo retenido] he tenido una conversación con el presidente Bush.
Mijaíl Gorbachov voló a Moscú, así como también la delegación del GKChP.
Borís Yeltsin pidió perdón a sus familias por no haber sido capaz de prevenir sus muertes.
El Sóviet de la Unión estaba formado por los diputados populares elegidos por los ciudadanos.
Las únicas repúblicas que permanecían en la Unión Soviética eran Rusia, Bielorrusia, Kazajistán y Uzbekistán.
En noviembre, siete repúblicas (Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán, Turkmenistán y Tayikistán) acordaron un Nuevo Tratado de la Unión para formar una confederación que se llamaría Unión de Estados Soberanos.
[44] Al mismo tiempo, la otra superpotencia, los Estados Unidos, consolidó significativamente su posición para la década que estaba empezando.
[45] Cuando sucedió el golpe de Estado tuvieron lugar comunicaciones internas, estas proporcionaron información sobre los eventos que tuvieron lugar incluido el propio golpe, las reacciones, las comunidades públicas dominadas por los golpistas, etc.