En México, su labor ha sido equiparada con la del empresario alemán Oskar Schindler,[1][2] recordado por haber salvado la vida de judíos durante el Holocausto.
Una vez concluida su participación, regresó a la Ciudad de México para titularse como profesor normalista.
Fue responsable de organizar el Primer Congreso Pedagógico Nacional, que se llevaría a cabo en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala.
Asimismo y junto con Luis Enrique Erro, fue determinante en la reforma del artículo 3.º constitucional para incluir la educación socialista.
[9] En 1939, cuando la República Española cayó y la guerra se cernía sobre el resto de Europa, el presidente Lázaro Cárdenas lo nombró cónsul general en París y no embajador, pues en palabras de Bosques, esto le daría más libertad para dedicar tiempo a sus estudios, en este caso del sistema educativo galo.
Con amplias instrucciones para establecer el consulado donde le conviniera, viajó primero al sur y después a la costa norte.
Bosques también instituyó una oficina jurídica para defender ante los tribunales a los republicanos, cuya extradición era exigida por el franquismo al gobierno de Pétain.
Por o tanto, quedaban bajo la protección diplomática de la legación mexicana hasta que llegara el momento del traslado al continente americano.
Tramitó visas mexicanas, en especial a personas vinculadas con partidos comunistas y de izquierda, que estaban en la mira del fascismo.
Las autoridades francesas permitieron estas actividades al considerar que se estaban librando de personajes conflictivos.
Quienes son descendientes de las familias judías que arribaron a México con visas firmadas por Bosques han mostrado abiertamente su agradecimiento, toda vez que esas visas salvaron la vida de sus padres y abuelos.
[16] Una crónica periodística de la época narraba: La lista de las mujeres y los hombres salvados por el maestro Bosques incluye a María Zambrano, Carl Aylwin, Manuel Altolaguirre, Julio Álvarez del Vayo, Luis Nicolau d'Olwer, Carlos Romero Giménez, Wolfgang Paalen, Max Aub, Walter Reuter, Friedrich Katz, Marietta Blau, Egon Erwin Kisch, Ernst Röemer y Walter Gruen, por mencionar solo a unos cuantos.