Los verdes, partidarios acérrimos de Álvaro Obregón tuvieron su origen cuando en 1919 se enfrentaron por la gubernatura guanajuatense Federico Montes —con el respaldo de Venustiano Carranza pero casi desconocido en el estado— y el muy popular Antonio Madrazo; como el triunfo fue adjudicado a Montes, los verdes acusaron fraude electoral y pasaron a la oposición, sin embargo pronto estallaría la rebelión del Plan de Agua Prieta, acaudillada por Obregón y a la que los verdes se sumaron resueltamente; derrotado Carranza y por tanto Montes, uno de los principales líderes verdes, Enrique Colunga, asumió la gubernatura y nuevas elecciones dieron el triunfo a Antonio Madrazo, además los verdes se constituyeron formalmente en una organización política que recibió el nombre de Confederación de Partidos Revolucionarios Guanajuatenses.
Este hecho causó un importante desencanto entre muchos políticos revolucionarios y, aunque pocos rompieron formalmente con Obregón, esta diferencia pronto se vio reflejada en la política local: ese año se realizaron elecciones para gobernador y la CPRG (los verdes) postularon a su líder Agustín Arroyo Ch., pero pronto surgieron opositores agrupados en torno al Partido Laborista Mexicano liderado por Luis N. Morones quien era sumamente cercano a Plutarco Elías Calles y que postularon a la gubernatura al general Celestino Gasca y que cuestionaron la supremacía política de los verdes.
Al acercarse la sucesión presidencial de 1934 Ortega y los rojos se decantaron por la precandidatura del presidente del PNR, Manuel Pérez Treviño; mientras que los verdes, liderados por Rodríguez y por Enrique Fernández Mártinez apoyaron la postulación de Cárdenas.
El plebiscito se llevó a cabo el 5 de mayo de 1935 ya en un ambiente de enfrentamiento entre los sectores callistas y cardenistas, el triunfo le fue atribuido a Yáñez Maya que se convirtió en candidato a la gubernatura, aunque los verdes siempre consideraron que habían sido despojados del triunfo y el gobernador Ortega se quejó con Calles del apoyo dado por Cárdenas a sus opositores.
Desde un inicio, su misión de protección a los refugiados españoles fue prioritaria, aunque el gobierno francés solamente reconocía desde febrero de 1939 al nuevo gobierno español de Francisco Franco y varias autoridades francesas comenzaban a ver con recelo a los refugiados españoles.
Sin embargo, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, los viajes civiles desde Francia eran muy restringidos; la caída de Francia en manos alemanas dificultaba aún más tales viajes y obligaba a que el embajador Rodríguez redoblara los esfuerzos para continuar con el proyecto cardenista.
Con este fin, llegaron a Montauban varios falangistas e incluso el propio embajador franquista ante Vichy, José Félix de Lequerica, quienes sin embargo no se atrevieron a actuar.
[cita requerida] Luis I. Rodríguez llegó a temer el secuestro lo suficiente para decidir poner a Azaña y a su esposa, Dolores Rivas Cherif, bajo su directa protección, alquilando a nombre de la legación mexicana varias habitaciones del Hotel du Midi de Montauban y declarándolas sede de la legación y por tanto con privilegios de extraterritorialidad.
Durante todo el gobierno de Miguel Alemán Valdés, aunque siguió políticamente vigente, no tuvo cargos públicos, pero en 1952 fue postulado y electo senador por Guanajuato a las Legislaturas XLII y XLIII, que concluyeron en 1958.
En reciprocidad al acto promovido por él con Manuel Azaña, su féretro fue cubierto con la bandera republicana española.
[cita requerida] Su hijo, Luis Dantón Rodríguez Jaime, también realizó una carrera política destacada.