La inyección de contraste permite realizar una perfu-TC (perfusión por tomografía) y una angio-TC (angiotomografía).
Los infartos cerebrales varían en cuanto a gravedad, pues en un tercio de ellos se acaba produciendo la muerte del individuo.
Un estudio denominado TOAST (siglas en inglés: Trial of Org 10172 in Acute Stroke Treatment) clasificó al infarto cerebral según su causa:[3] Por su distribución, fundamentado inicialmente por los síntomas, el proyecto realizado en Oxford y denominado en inglés Oxford Community Stroke Project clasifica al infarto cerebral en cuatro tipos.
Estas cuatro entidades predicen la extensión del infarto, el área cerebral afectada, la causa principal y el pronóstico.
[4][5] Son: El Infarto Cerebral puede ser provocado por presión arterial elevada, endurecimiento de las arterias, edad avanzada, anemia grave, drogadicción, alto colesterol, diabetes, tabaquismo, trastornos en la coagulación y trastornos en la producción de glóbulos blancos o rojos.
Actualmente existen tratamientos que se pueden aplicar en las primeras horas para intentar «desobstruir» las arterias y evitar el daño cerebral por la isquemia.
Cabe destacar que después de este proceso a algunas personas se les llega a dificultar caminar, mantener el equilibrio o realizar ciertas labores cotidianas, por lo que pueden encontrar gran apoyo en diversos accesorios, como bastón, andadera, silla de ruedas y aparatos ortopédicos.