El mismo año era nombrado miembro del Instituto de Estudios Catalanes y elegido concejal del Ayuntamiento de Barcelona por la Lliga Regionalista.
Durante el curso 1933-34, Nicolau se incorporó a la Universidad Autónoma de Barcelona, impartiendo clases de lengua y literatura latina medieval.
Pocas semanas después sería nombrado gobernador del Banco de España.
El gobierno del mariscal Petain lo encerró en el penal de Cusset.
Pocos meses después era nuevamente detenido por la Gestapo, y enviado a la prisión de Fresnes.
Al poco tiempo fue nombrado embajador de la República Española en aquel país.