Fue una importante figura de la creación del Instituto Politécnico Nacional y del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla (OANTON), precursor del actual Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
La tarea educativa que desarrolló le condujo a ser uno de los creadores del Instituto Politécnico Nacional en 1936, desempeñando desde entonces la función de dirigir este departamento, además de ser colaborador del presidente Lázaro Cárdenas del Río.
En 1940, el presidente Manuel Ávila Camacho lo invita a colaborar en su gobierno, y le propone fundar un observatorio, el cual fue establecido en Tonantzintla, Puebla.
El lugar fue elegido debido a las favorables condiciones atmosféricas, la latitud del lugar (19° 1') y por encontrarse alejado de la contaminación lumínica, lo que permite realizar observaciones astronómicas.
Debido a un grave problema en el corazón, fue internado durante varias semanas, pero aprovechó la situación para escribir su famosa novela Los pies descalzos, donde hizo una brillante exposición costumbrista de la actividad revolucionaria de Emiliano Zapata.