Terremoto

Un terremoto[1]​ (del latín terraemōtus, a partir de terra, 'tierra', y motus, 'movimiento'), también llamado sismo o seísmo en España (del francés séisme, derivado del griego σεισμός [seismós]),[2]​ temblor de tierra o movimiento telúrico, es la sacudida brusca y pasajera de la corteza terrestre.Para medir la energía que fue liberada por un terremoto se emplean diversas escalas, entre ellas, la escala de Richter que es la más conocida y utilizada por los medios de comunicación.Aunque las actividades tectónicas y volcánicas son las causas principales por las que se generan los terremotos, hay otros factores que pueden originarlos: Estos fenómenos generan episodios de magnitud baja, que generalmente caen en el rango de microseísmos: temblores detectables solo por sismógrafos.Los sismos de origen tectónico pueden clasificarse por el contexto en que ocurren.Cuando los eventos de este tipo conllevan desplazamientos verticales del fondo oceánico, muchas veces generan maremotos.El fallamiento puede ser normal (placas divergentes), inverso (ṕlacas convergentes) o transcurrente.Durante un terremoto, se desarrollan altas temperaturas en el plano de la falla que provocan un aumento en la presión del fluido asociado con la vaporización.[7]​ Este aumento, en la fase cosísmica, puede influir considerablemente en la evolución y velocidad del deslizamiento, además, en la fase post-sísmica puede controlar el fenómeno del aftershock, ya que el aumento de la presión del fluido se propaga lentamente en la red de fractura circundante.Comúnmente acontecen al final de un ciclo sísmico: período durante el cual se acumula deformación en el interior de la Tierra que más tarde se liberará repentinamente.Dicha liberación se corresponde con el terremoto, tras el cual la deformación comienza a acumularse nuevamente.Los daños en los edificios dependen de: a) intensidad del movimiento; b) distancia entre la estructura y el epicentro; c) condiciones geológicas y geomorfológicas que permitan mejor propagación de ondas.Terremotos, tormentas, actividad volcánica, marejadas y fuego pueden propiciar inestabilidad en los bordes de cerros y de otras elevaciones del terreno, lo cual provoca corrimientos en la tierra.Este fenómeno puede propiciar derrumbe de estructuras rígidas, como edificios y puentes.Los tsunamis o maremotos son enormes ondas marinas que al viajar desplazan gran cantidad de agua hacia las costas, y que, en su mayor parte, están producidos por terremotos submarinos.En el mar abierto las distancias entre las crestas de las ondas marinas son cercanas a 100 km.[16]​ A finales del siglo XX, la capacidad general para predecir terremotos, ya sea en forma individual o en una base estadística, aún se consideraba remota.
Vista aérea de la ciudad de Sendai ( Japón ) inundada tras el tsunami de 2011. Un terremoto en el mar puede provocar un maremoto o tsunami . Los tsunamis pueden ocasionar grandes pérdidas materiales y humanas en las zonas costeras pobladas, como sucedió en el terremoto y tsunami del océano Índico de 2004 o en el terremoto y tsunami de Japón de 2011 .
Movimientos de las placas tectónicas globales.
Falla de San Andrés , una de las más importantes zonas sísmicas de la Tierra
Localización de epicentros de terremotos registrados entre 1963 y 1998 (358 214 seísmos).
Distribución de las principales placas tectónicas.
Daños causados por el terremoto del año 1960 en Valdivia , Chile . Es el sismo más fuerte registrado en la historia de la humanidad: 9,5 grados en la escala sismológica de magnitud de momento (MW) .
Esquema de un tsunami provocado por un terremoto submarino.
Mapa del peligro sísmico del área de la Bahía de San Francisco muestra la probabilidad de un gran terremoto entre 2003 y 2032.
Terremotos de mayor magnitud en la historia.