Ambos terremotos afectaron diversas regiones del país, provocando daños severos en infraestructura y numerosas pérdidas humanas.
En total, se estima que la cifra de fallecidos ascendió a 1,259 entre ambos eventos.
El hipocentro estaba a una profundidad aproximada de 39 kilómetros, luego del terremoto se registró un tsunami que no causó víctimas pero dejó serios daños materiales.
[12] Por la envergadura de lo ocurrido, esa zona se convirtió en el principal símbolo del llamado "sábado negro".
[15] Total de bajas humanas: 944 fallecidos, 193 soterrados, 125 desaparecidos, 5565 heridos, 1 364 160 damnificados, 68.777 evacuaciones, 39 000 desempleos y 24 000 pescadores artesanales afectados.
[8] Total de cifras materiales: 277 953 viviendas incluyendo 688 soterradas, 32 000 micro y pequeñas empresas destruidas, 1385 escuelas (109 destruidas por completo), 94 hospitales, 1155 edificios públicos, 16 penitenciarías, 43 muelles, 98 monumentos nacionales y aproximadamente la cuarta parte de carreteras pavimentadas.
La colección de esta biblioteca posee ediciones pertenecientes a los siglos XVI, XVII y XVIII.
[17] De acuerdo al informe presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el sismo afectó en gran magnitud el medio ambiente del país, haciéndole más vulnerable al efecto de fenómenos naturales como huracanes.