Es más probable que la licuación[2] ocurra en suelos granulados sueltos saturados o moderadamente saturados con un drenaje pobre, tales como arenas sedimentados o arenas y gravas que contienen vetas de sedimentos impermeables.[3] Durante el proceso en que actúa la fuerza exterior, por lo general una fuerza cíclica sin drenaje, como una carga sísmica, las arenas sueltas tienden a disminuir su volumen, lo cual produce un aumento en la presión de agua en los poros y por lo tanto disminuye la tensión de corte, originando una reducción de la tensión efectiva.Tales depósitos por lo general se presentan en lechos de ríos, playas, dunas, y áreas donde se han acumulado arenas y sedimentos arrastrados por el viento y/o cursos de agua.Según cual sea la fracción de vacío inicial, el material del suelo puede responder ante la carga bien en un modo de ablandamiento inducido por deformación o alternativamente sufrir endurecimiento inducido por deformación.Se producen en suelos granulares como: Debido a la gran cantidad de agua intersticial que presentan, las presiones intersticiales son tan elevadas que un sismo, o una carga dinámica, o la elevación del nivel freático, pueden aumentarlas, llegando a anular las tensiones efectivas.Esto motiva que las tensiones tangenciales se anulen, comportándose el terreno como un «pseudolíquido».Los estudios de la licuación sísmica de Seed (1966) llevaron a postular las siguientes condiciones: La susceptibilidad a la licuación de suelos puede estimarse por diferentes métodos, aunque los más utilizados son los basados en los trabajos desarrollados por Seed e Idriss[6] y Youd e Idriss.[7] Estos métodos establecen que el suelo licua cuando la tensión tangencial cíclica (CSR, cyclic shear stress ratio, en inglés) producida por un sismo es mayor que la resistencia tangencial del suelo (CRR, cyclic resistance ratio, en inglés).La licuación inducida por terremoto es uno de los principales contribuyentes al riesgo sísmico urbano.Los sedimentos saturados pueden parecer sumamente sólidos hasta el instante en que un cambio en la presión del suelo o una sacudida disparan el proceso de licuación, el cual provoca que la arena forme una suspensión en la cual cada grano pasa a estar rodeado por una delgada película de agua.Las arcillas rápidas se encuentran por lo general en regiones ubicadas en el norte del hemisferio norte en países como Rusia, Canadá, Alaska en Estados Unidos, Noruega, Suecia, y Finlandia, todas zonas que fueron cubiertas por glaciares durante el Pleistoceno.Algunos de ellos son antiguos y pudieron haber sido confundidos con sismos.Los tiempos exactos y sitios en que se produjo cada rotura fueron determinados con precisión.