El hipocentro se localizó a una profundidad de 13 km.
Más tarde, a las 19:46, una réplica Shindo 6- sucedió en la prefectura de Niigata.
El servicio del tren bala, también conocido como Shinkansen, resultó seriamente afectado.
Hubo descarrilamientos, calles completamente destrozadas, licuefacción de suelo, puentes colapsados y edificios destruidos.
Los aludes bloquearon las carreteras dejando a varios pueblos aislados, en el peor terremoto vivido en Japón desde 1995.