Una réplica siempre es de menor magnitud que el sismo principal.
El patrón réplicas permite corroborar el tamaño del área que se desplazó durante el sismo principal.
Las réplicas suelen obedecer a una serie de patrones comunes relativos a la frecuencia y magnitud en que ocurren.
donde: La versión modificada de la ley, usada comúnmente hoy en día, fue propuesta por Utsu en 1961.
De esta forma, sea cual sea la probabilidad de que una réplica se produzca el primer día, el segundo día habrá ½ de las probabilidades del primer día (cuando p es igual a 1), y al décimo día serán aproximadamente 1/10.
Como esta es una ley empírica, los valores de sus parámetros se obtienen cuadrando los datos obtenidos luego que el sismo principal ocurra, y no tiene una base o significado físico.
Las réplicas pueden ser peligrosas ya que suelen ser impredecibles, pueden tener una gran magnitud, y pueden causar daños y víctimas adicionales al colapso de edificios que ya fueron dañados por el terremoto principal.
[8] Muchos científicos esperan que los sismos que empiezan (también conocido como "sismos iniciales") puedan servir para predecir terremotos mayores.