Historia de la sismología

Las primeras especulaciones sobre sus causas naturales se atribuyen a Tales de Mileto (ca.En 1703, Martin Lister (1638-1712) y Nicolás Lemery (1645-1715) propusieron que los terremotos serían causados por explosiones químicas dentro de la Tierra.[9]​ En 1926, Harold Jeffreys fue el primero en descubrir, basándose en su estudio sobre las ondas sísmicas, que el núcleo de la Tierra está en estado líquido.Por ejemplo, en Japón, los terremotos eran atribuidos a un enorme pez gato, que yacía bajo la tierra y era controlado por un dios, quien mantenía su cabeza enterrada bajo una piedra; cuando el dios se descuidaba, Namazu se movía y con fuertes latigazos de su cola hacía temblar la tierra.En Siberia, los terremotos eran atribuidos al paso de un dios en trineo bajo la Tierra; los maoríes creían que su dios Raumoko, enterrado accidentalmente por su madre, la Tierra, gruñía causando los terremotos.El quinto Sol, el actual, cuyo signo era nahui ollin (“cuarto movimiento”) debería terminar a causa de un terremoto.Así, los aztecas pretendían retratar el cataclismo que habría de poner fin al quinto Sol mediante chalchíhuatl, el agua preciosa del sacrificio.Algunas grandes obras que fueron destruidas por terremotos se han convertido en objeto de mitos y leyendas.Hay constancia de otros terremotos que azotaron ciudades como Arica y Concepción en Chile.Los filósofos de la antigua Grecia fueron los primeros en asignar causas naturales a los terremotos.Una teoría similar fue la de Anaxágoras y Empédocles en el siglo IV a. C..Probablemente, Alexander Von Humboldt (1769-1859) fue el primero en establecer una relación entre las fallas geológicas y los terremotos.Humboldt también viajó por la Nueva Granada y pudo sentir varios eventos sísmicos fuertes incluyendo el de Cumaná en 1799.Textualmente expuso que: «Los volcanes activos son como válvulas de seguridad para las regiones vecinas».Posteriormente, Humboldt y su compañero francés Bonpland sobrevivieron a terremotos en Colombia, Ecuador, Perú y México, lo que le brindó una ventaja apreciable en el conocimiento del fenómeno con respecto a sus colegas en Alemania, divorciándose de las ideas de su maestro Werner, quien nunca aceptó las nuevas observaciones de Humboldt.Jesús Emilio Ramírez menciona que años después, Vergara y Velasco, quien publicó un Atlas de Colombia a principios del siglo XX, decía que: “En Colombia tanto como en otras partes, es visible la independencia ordinaria de los fenómenos sísmicos y volcánicos”.Debido a la constante dinámica interior terrestre, las placas interaccionan y chocan entre sí, en algunas ocasiones los bordes se traban y el constante empuje empieza a generar una deformación que con el paso del tiempo se va acumulando.Los terremotos volcánicos tipo B ocurren por lo general en, o cerca de los cráteres activos; son muy someros y de magnitudes muy pequeñas, presentando arribos graduales y emergentes; son aparentemente ondas superficiales.Es probable que la energía del impacto se libere principalmente en la atmósfera, y tanto el tamaño como la velocidad de los meteoritos son disminuidos por la fricción con los gases de la atmósfera terrestre.Estos eventos sísmicos pueden ser generados por pequeños acoplamientos de la roca a profundidades someras debido a las fuerzas inducidas por actividades humanas como las mencionadas; sin embargo, no existe evidencia explícita de que la interacción entre grandes fuerzas o presiones generadas por la actividad humana puedan causar grandes terremotos, por lo menos hasta el momento.
Sismógrafo mostrado en el Museo de Ciencias de Tokio
Grabado representando el terremoto de Lisboa de 1755
Réplica del detector de terremotos de Zhāng Héng
Ayuntamiento de San Francisco tras el terremoto de 1906
Daños en la Vespucio norte en Chile. Terremoto de 2010