Se dejó sentir sobre la costa del Pacífico desde Oregón hasta Los Ángeles y hacia el interior se sintió hasta Nevada.
Después de eso se produjo un incendio que junto al sismo se considera la catástrofe más importante de los Estados Unidos.
Hubo más muertos y daños por el gran incendio que se desató después, que por el terremoto en sí, de manera muy similar al gran terremoto de Kanto que destruyó Tokio y Yokohama, Japón en 1923.
«La característica más notable fue que las montañas del este se acercaron cuatro pies y medio a las montañas del oeste», explicó Schussler ante la corte.
Los miles de personas que han perdido casi todo lo que poseían están maravillosamente alegres, y raramente se oyen lamentos».