Fue editada también por una mujer, la abadesa Aldonça de Montsoriu, y es considerada la primera obra literaria protofeminista en catalán.
En el siglo XVI destacó la escritora valenciana Jerònima Galés, impresora del taller más importante de su época.
[1][2] Las características del desarrollo político español durante la Restauración borbónica no fueron propicias para la emergencia de un feminismo liberal de signo político, orientado hacia la consecución del sufragio y de los derechos políticos individuales, cómo había sucedido en países cómo Gran Bretaña.
Al inicio del siglo XX destaca el feminismo conservador de la escritora Dolores Monserdà .
[5][6] En 1907 se empezó a publicar la revista Feminal (1907-17), surgida como suplemento de La Ilustración Catalana, y dirigida por Carme Karr .
Durante la Segunda República, la constitución de 1931 finalmente concedió el sufragio femenino y los derechos políticos a las mujeres en España.
Esta última también fundó y dirigió, junto con María Carmen Nicolás, la colección "La Novel.la Femenina".
En el campo, la evolución de las mujeres campesinas fue lenta y casi imperceptible.
Por primera vez, la mujer empezaba a tener un rol más activo y decisivo en la sociedad, aunque hay que señalar que estos cambios se produjeron más rápidamente en lugares urbanos como Barcelona.
Además, la mujer tuvo que silenciar el porque habían luchado; hubo una fuerte represión contra las familias estigmatizadas como rojas y el miedo indujo al silencio o la aceptación del régimen aunque sólo fuera de puertas hacia fuera.
También tienen lugar otras jornadas como: la Emancipación Femenina, Utopía, realidad o engaño (1979), sobre el Patriarcado (1980) y las Segundas Jornadas de Diez Años de Lucha del Movimiento Feminista (1985).