Su madre era Joaquina Creus, mujer de gran carácter, cuestión que también heredaría Teresa.
Permaneció en Portugal dos años y se sabe que colaboró con los grupos anarquistas del país.
A pesar de no ser condenada por ningún delito, después del juicio fue desterrada en Inglaterra hasta el año 1898.
Fundó la revista El Productor (1901) y participó activamente en las reivindicaciones sociales de principios del siglo XX.
Considera la educación como culpable del estado de la mujer, apuntando su necesaria auto-emancipación.
Vivió varios años en Sevilla, donde intentó curarse de su enfermedad, pero Teresa seguía luchando.