Félix Dufourq

1813), que unido en matrimonio con Doralisa Rivas[6]​ tuvieron a Julián[6]​ e Isolina Panelo Rivas,[6]​ y quien fuera nombrado en 1849 por el entonces director provisional confederado Justo José de Urquiza como alcalde de Concordia en el departamento homónimo.

Este era nieto del exitoso comerciante sardo-piamontés Juan Antonio Panelo[9]​[10]​[11]​[12]​[13]​ (n. Ducado de Saboya,[9]​[12]​ durante la ocupación francesa, ca.

En el año 1868, Félix Dufourq se trasladaría con su familia a la ciudad de Buenos Aires.

[1]​ Su primo materno era el doctor Julián Panelo Rivas[6]​[17]​[18]​ (Concordia,[18]​ 1843[18]​ - Buenos Aires, 1901) quien fuera contador general de la provincia de Entre Ríos desde 1887,[18]​ presidente del Banco Hipotecario provincial desde 1888[18]​ y diputado nacional desde 1890 hasta su fallecimiento.

Diversas personalidades bahienses habían peticionado al entonces presidente argentino Luis Sáenz Peña[19]​ el 30 de enero[19]​ de 1894,[19]​ entre los que figuraban el empresario hotelero José Lamberti[19]​ —hermano del famoso poeta Antonino— junto a otros destacados pobladores como Simón Etchevarne,[19]​ Hugues,[19]​ Maimo,[19]​ Leónidas Lucero,[19]​ Pedro Forgue[19]​ y otras ciento dos personas más,[19]​ para que se erija un puerto militar en la bahía Blanca, ya que fuera el mejor lugar de la Argentina para ello.

[19]​ Por entonces, el Centro Naval había premiado en su certamen anual al teniente de navío Félix Dufourq por su genial trabajo en el cual, tras un meticuloso análisis, expuso la tesis de que el puerto debía situarse en dicha bahía, más precisamente en el tradicional fondeadero llamado otrora Pozos del Belgrano.

En contrapartida, la bahía Blanca presentaba las características geográficas, técnicas y geopolíticas más convenientes tanto para la instalación del puerto como también para el desarrollo de poblaciones nuevas, como efectivamente ocurrió con la ciudad de Punta Alta.

Lo que inmortalizaría en la historia a Dufourq fue su original y avanzada tesis sobre la localización meridional del nuevo Puerto Militar de Bahía Blanca, marcando un quiebre entre la vieja y la nueva generación de marinos, en franco rechazo hacia el tradicional centralismo porteño.