[1] En la Corona de Castilla era un funcionario que tenía un carácter fiscalizador en las ciudades y villas por los que se controlaban que las obras de los gremios o las instituciones responsables del abastecimiento de los municipios eran conformes con las leyes u ordenanzas.
Tenía a su cargo el control de las provisiones y que esté todo dispuesto para partir, tanto en caballos como carruajes.
Recibe las órdenes por escrito, gestionándolas y distribuyéndolas entre sus ayudantes para que se cumplan.
[3] Su misión consistía en vigilar a los despenseros menores y compradores, ver los precios de lo que se compraba para la despensa, comprobar los gastos ordinarios y tomar la cuenta al que gastaba cada día para que no hubiera fraude en ella.
También iba algunas veces de caza porque en ella se servía comida a los oficiales de la casa real y a los cazadores o monteros y a caballeros y personas particulares, que comían con el camarero o con el caballerizo mayor o con el cazador mayor.