Eduardo Nebel Panelo

[15]​ Como su padre, Bernardo era un rico empresario peletero[14]​ que expandió su negocio en 1812[14]​ con casas comerciales en Europa occidental y Sudamérica,[14]​ por lo cual viajaba esporádicamente para mantener los intereses de su empresa internacional.

[17]​ Eduardo se recibió allí hacia 1893 de bachiller, al igual que todos su familiares sucesivamente.

Siendo bachiller, Nebel Panelo hizo una preparación académica para transformarse en un experto industrial[19]​ y apoyar a su padre en sus emprendimientos en el procesamiento cárnico y combinarlos con las nuevas tecnologías que había traído el nuevo siglo.

[19]​ Este sistema combinado entre la aplicación de frío seco a las reses y la salazón total de las carnes para ser colocadas en barriles con destino a la exportación,[19]​ se convertía en un gran avance industrial para el sector que le daba un privilegio exclusivo en el Cono Sur,[19]​ y cuyo procedimiento fue patentado[19]​[20]​ ante el gobierno argentino[19]​[20]​ —el 21 de junio[20]​ del mismo año— además del uruguayo[19]​ y del brasileño.

[19]​ El saladero fue considerado como un establecimiento modelo que confirmaba el gran crecimiento industrial argentino en la época.

[22]​ Hacia 1918,[23]​ Eduardo Nebel Panelo[21]​[23]​ heredó de su fallecido padre el saladero La Concordia[21]​ y el remolcador Jaguarí.

El hacendado Eduardo Nebel Panelo se unió en matrimonio hacia 1905[24]​ con Nilda Viera Crespo[2]​[24]​ (Mercedes de Soriano, Uruguay, ca.