El idioma alemán (Deutschⓘ) es una lengua germánica occidental hablada por unos 135 millones de personas, principalmente en Centroeuropa.[4] Los adjetivos utilizados en lengua española para referirse a un hablante de alemán son germanohablante, germanoparlante o germanófono/a.El alemán es asimismo cooficial y primer idioma en toda la Provincia autónoma de Bolzano - Tirol del Sur en Italia.Existe una gran y vibrante comunidad en la ciudad de Kitchener, Ontario, la cual en un momento determinado llegó a ser llamada Berlín.[cita requerida] En México existe un gran grupo menonita, establecido principalmente al norte del país.[10][11] En el sur del país hay comunidades con fuerte ascendencia alemana y suiza donde se hablan dialectos especiales con alrededor de 70.000 hablantes bilingües en la zona andina.[cita requerida] En Venezuela es hablado aún por unas 1500 personas en la Colonia Tovar, que utilizan la variante dialectal del alemán coloniero.Esto conlleva a que varias comunidades hayan sido fundadas, colonizadas o pobladas por migrantes alemanes en San Carlos, Sarapiquí, la Región Huetar Norte y el Valle Central.[cita requerida] Los descendientes de estos migrantes hablan un dialecto proveniente del Plautdietsch o bajo alemán menonita, que incluso es estudiado en la educación pública regional.En este país hay asimismo decenas de organizaciones y alianzas culturales, colegios e iglesias alemanas.[cita requerida] El moderno alemán estándar es una lengua germánica occidental descendiente sobre todo del conjunto de variedades habladas durante la Edad Media en el centro y sur de Alemania, conocidas como alto alemán.El alemán estándar, conocido como Hochdeutsch (alto alemán), no se originó a partir de un dialecto concreto, sino que se creó a partir de los diversos dialectos, sobre todo los centrales y sureños, como lengua escrita.Ya desde el siglo xv esta permitía la comunicación entre los mismos, pero a la hora de hablar no existía un patrón unificado.Así se creó el Bühnendeutsch o ‘alemán de escenario’, que al final se convirtió en la pronunciación estándar del alemán, aunque algunos de sus preceptos (como que -ig = /-iç/) no obedecen a razones lingüísticas, sino acústicas.Esto no ocurre en el sur de Alemania, en Austria ni, especialmente, en Suiza; en este último país, el alemán estándar se habla mucho menos que en otros lugares, sobre todo con foráneos que no hablan dialecto.En ciertas regiones alemanas, y sobre todo en las grandes ciudades, una gran parte de la población solo habla la lengua estándar.La lengua estándar tiene diferencias regionales, especialmente en vocabulario, aunque también en la pronunciación, mientras que la gramática es casi completamente igual.En fonología las sílabas abiertas con vocal breve experimentaron un alargamiento o bien vocálico o bien consonántico: El sonido [ə] se perdió además en numerosos contextos fonéticos (en algunos dialectos mucho más que en otros), así legete > (er) legte ‘(él) puso’.Por otra parte, las vocales cerradas largas del alto alemán medio /iː, üː, uː/ se diptongaron en /ei, öu (eu), ou/ (nuevamente con diferencias dialectales) zīt > Zeit ‘tiempo’, [lüːtə] > Leute ‘gente’, hūs > Haus ‘casa’.Hasta hace poco ha existido un continuum dialectal a lo largo de toda el área germanohablante, sin fronteras lingüísticas.A comienzos del siglo XX se estableció una forma de escribir denominada Sütterlin, obligatoria en las escuelas hasta 1941, hoy en día en desuso.La flexión no solo afecta al final de la palabra, sino también a su raíz, lo cual hace la declinación y la conjugación algo más complejas.Sus ventajas a la hora del aprendizaje[25] son: Sus desventajas (en el aprendizaje como "segunda" lengua): Los nombres alemanes se flexionan según: El género de una palabra es casi siempre predecible cuando se refiere a personas.No suele ser predecible cuando se refiere a objetos, animales o partes del cuerpo.: der Bleistift (el lápiz) es masculino, die Schere (la tijera) es femenino y das Notizbuch (la libreta) es neutro.Otra notable (pero no exclusiva) característica del alemán es la facilidad para construir palabras compuestas de complejidad teóricamente ilimitada.Los objetos antiguos también siguen el mismo patrón, como Handschuh (guantes, literalmente 'zapatos de mano').También hay un pequeño número de verbos cuyo infinitivo termina en "-ern", como "verbessern" (‘mejorar’) o "sich erinnern" (‘acordarse’).Más concretamente, en alemán un verbo finito de la oración principal de una oración afirmativa debe aparecer en segunda posición, como en los ejemplos siguientes: Obsérvese que, en ambos casos, en la segunda posición sintáctica aparece un verbo ("kaufte ich", aunque son dos palabras, forma un único sintagma).Para satisfacer las reglas anteriores, los verbos léxicos deben «desplazarse» hasta esas posiciones, por lo que dejan una huella sintáctica de movimiento.