El churrigueresco es una etapa artística, así como un estilo arquitectónico, de España, que se dio en la época del barroco,[1] y llegó hasta el Nuevo Mundo, en diversos edificios construidos en los virreinatos de Perú y Nueva España, donde se lo conoce como barroco anticlásico.
Fueron comunes las construcciones de retablos efímeros y también obras arquitectónicas, con las características típicas del estilo.
Los romanos llegaron a presentarla sexuada, pero la pilastra estípite barroca, en su asexual y rigurosa abstracción, está más cerca de lo humano que aquellas interpretaciones hechas sobre lo clásico.
Aún hoy, en España, se pueden apreciar las siguientes construcciones y monumentos con estilo churrigueresco: En México este estilo «arraiga con tal fuerza y pujanza, que más semeja planta autóctona que trasplantada, pues no en vano fue en las más ricas tierras del Anáhuac donde produjo sus frutos más sazonados».
Balbás comienza con la catedral en los retablos de los Reyes y del Perdón, las fechas para este retablo comienzan en 1718 y termina en 1737,[5] fechas brindadas por la Gaceta de México en su número 118.
; la fachada del templo de San Francisco en Oaxaca, la Parroquia Antigua en Salamanca, Guanajuato; la fachada y el retablo principal del templo de San Francisco Javier (Museo Nacional del Virreinato), en Tepotzotlán, México, considerados de las obras barrocas churriguerescas más importantes llevadas a cabo por los jesuitas en la Nueva España.