Se ubica en el ábside, al fondo de la catedral, espacio denominado como Capilla de los Reyes, aunque no posee reja alguna que delimite y cierre dicho espacio a la manera de una capilla como todo el resto.
Se puede considerar un monumento dentro de otro monumento que es la misma Catedral Metropolitana, debido a que es la obra cumbre del estilo artístico en el que fue concebido, el barroco churrigueresco o barroco estípite, también denominado "barroco mexicano", estilo arquitectónico originado y desarrollado plenamente en la Nueva España, donde alcanzó su máximo auge en su empleo en la decoración y ornamentación de edificios civiles y religiosos.
Durante el virreinato, se tenía la costumbre de dedicar la capilla mayor de cualquier catedral española al rey gobernante, adjudicándosele la mayor importancia y riqueza artística.
En la composición es una talla formada por tres calles verticales, dos laterales y una al centro, adornada con los cuadros La Asunción de la Virgen, y La Adoración de los Reyes, del pintor Juan Rodríguez Juárez.
Había sido dañado debido a un incendio ocurrido en 1967, que consumió el Altar del Perdón y destruyó las pinturas de la cúpula y alcanzó el Retablo de los Reyes.