Pero la evolución de las artes decorativas debe más a la emperatriz Eugenia que al emperador.
Concede un lugar importante en sus apartamentos a los muebles de María Antonieta o inspirados por esta última.
Este ya había sido el caso en lo que concierne al anterior surgir del neogótico.
Las maderas oscuras están en armonía con telas ricas (rojo y oro) que vuelven cálidos los interiores.
A menudo tienen incrustaciones de materiales preciosos, nacarados o escamados lo que acentúa el aspecto llamativo.
Aparecen muebles nuevos: el sofá en ángulo, el puf, la boudeuse (especie de diván), la crapaud o silla sapo, completamente recubierta de tela hasta las patas, de modo que la madera no aparece, y a menudo está acolchada, así como sillas inusuales para conversaciones íntimas entre dos personas (Le confident) o tres personas (Le indiscret).
Los ejemplos más elaborados presentaban con frecuencia columnas pareadas, así como detalles esculpidos alrededor de las puertas, ventanas y buhardillas.
[4] El estilo también fue utilizado para realizar edificaciones comerciales (grandes almacenes, hoteles) y con frecuencia se usó en el diseño de las instituciones estatales.
Varios hospitales psiquiátricos demostraron la capacidad de adaptación del estilo a su tamaño y funciones.