[5] Los prusianos bálticos occidentales habían repelido con éxito la mayor parte de las campañas.
Los prusianos intentaron derrotar a las fuerzas polacas o mazovianas desde Sudovia y Kulmerland o Tierra de Chełmno, que ya entonces había sido conquistada parcialmente, devastada y despoblada casi por completo.
Conrado de Mazovia ya había llamado a una cruzada contra los prusianos en 1208, pero no tuvo éxito.
Las cruzadas, con la participación de muchos caballeros europeos, se prolongaron durante sesenta años.
A principios de 1224, el emperador Federico II anunció en Catania que Livonia, Prusia con Sambia y ciertas provincias vecinas estaban bajo la inmediatez Imperial (del alemán: Reichsfreiheit).
En 1243, el legado papal Guillermo de Módena dividió Prusia en cuatro obispados: Culmerland, Pomesania, Warmia y Sambia.
Polonia y Lituania derrotaron a los cruzados en la batalla de Grunwald (Tannenberg).
La Orden asignó a Heinrich von Plauen para defender Pomerania, que se movió rápidamente para reforzar la defensa del castillo de Mariemburgo en Prusia.
Por otra parte, a las ciudades no se les permitía la debida representación en la Orden Teutónica.
Durante la Reforma protestante, se produjeron en toda la región convulsiones religiosas y guerras endémicas.
Así, en un acuerdo mediado en parte por Martín Lutero, el católico Estado Teutónico se transformó en el Ducado de Prusia (en alemán: Herzogtum Preußen), el primer estado protestante.
Esta contradicción jurídica hizo que la unión transfronteriza fuera verdaderamente imposible, y, sin embargo, en la práctica, Brandeburgo y Prusia Ducal estaban gobernadas cada vez más como unidad, coloquialmente denominada Brandeburgo-Prusia, que funcionaba como una unión personal.
Juan II Casimiro Vasa anticipó la alianza sueco-prusiana mediante la presentación de una contra-oferta, que Federico Guillermo aceptó.