Estadio Olímpico Universitario

Fue llamado por Frank Lloyd Wright el "edificio más importante de la América Moderna".

El proyecto del estadio fue asignado al arquitecto Augusto Pérez Palacios, en colaboración con Raúl Salinas Moro y Jorge Bravo Jiménez en marzo de 1950.

Originalmente programados para llevarse a cabo en Panamá, la Ciudad de México emergió como sede sustituta, y por segunda ocasión se convirtió en la anfitriona.

El certamen se disputó bajo el formato de liga, es decir, un solo grupo integrado por las cinco selecciones participantes, que jugaron todos contra todos a una sola rueda, con la consecuente obtención de las medallas para los tres primeros lugares.

El certamen se disputó bajo el formato de liga, es decir, un solo grupo integrado por las cuatro selecciones participantes, que jugaron todos contra todos a doble juego, con la consecuente obtención de las medallas para los tres primeros lugares.

El primer partido en disputa sería México contra Costa Rica, y en su curso ocurrió un hecho sin precedentes; el estadio se abarroto a toda su capacidad (73 000 espectadores, aforo reducido del original).

[10]​ La Ciudad de México fue elegida como sede olímpica en la Asamblea del COI celebrada en 1963 en Baden-Baden, Alemania, donde por primera vez estaba presente con un stand promocional.

Para la actividad olímpica de 1968, tuvo modificaciones en el campo y la pista, la cual fue cubierta con tartán.

El marcador original fue trasladado al estadio de Prácticas, cediendo su lugar a la ya conocida pizarra electrónica.

[11]​ Los XIX Juegos Olímpicos se recuerdan por algunos hechos relevantes, el primero tuvo lugar en la ceremonia de inauguración, Enriqueta Basilio fue la primera mujer que encendió el fuego olímpico; las dos Alemanias acudieron a unos juegos con delegaciones separadas por última vez.

En el acto de proclamación de vencedores, los estadounidenses Tommie Smith y John Carlos, oro y bronce en los 200 metros planos, alzaron el puño enfundado en un guante negro y bajaron la cabeza cuando sonó el himno de su país, gesto conocido como Saludo del Black Power; con este gesto hicieron ostensible su protesta por la tensión racial que se vivía en Estados Unidos.

El presidente del Comité Olímpico Mexicano, Josué Saénz encabezó la delegación nacional, el jefe de la misma fue el profesor Marco Antonio Escalante y el abanderado fue David Bércenas de Tiro.

Oportunidad que tuvo la Ciudad de México para realizar esta justa deportiva por tercera vez en su historia.

Javier "Chalo" Fragoso y Jorge "Coco" Gómez, con un espectacular gol olímpico, fueron los anotadores en aquel domingo.

Se calcula que entraron al inmueble casi 90 000 personas, cuando la capacidad es apenas para 73 000.

El drama ocurrió en el túnel 29, alguien cerró una reja y la gente se empezó a aplastar.

En este estadio el equipo local ha disputado siete finales de torneos internacionales con los siguientes resultados: En el costado oriental del estadio se encuentra el mural de Diego Rivera La universidad, la familia y el deporte en México.

Una enorme serpiente emplumada, la imagen simbólica del dios prehispánico Quetzalcóatl, complementa la composición en la parte inferior.

Planos originales del arquitecto Augusto Pérez Palacios.
Construcción del estadio, 1950.
Panorámica nocturna del estadio, con aforo completo.
El estadio visto desde el aire.
Maqueta del proyecto para la ampliación del inmueble de cara a los Juegos Olímpicos de 1968 , la cual no se realizó.
Foso del estadio donde Bob Beamon realizó el llamado "salto del siglo". Detrás, el tablero electrónico réplica el analógico usado en la olimpiada con la leyenda "México 1968".
Enriqueta Basilio encendiendo el pebetero del estadio en el quincuagésimo aniversario de los juegos olímpicos en 2018.
Barra del Club Universidad Nacional durante un juego de la Primera División Mexicana.
Entrada principal, pebetero y altorrelieve de Diego Rivera .
El estadio olímpico siendo la sede de la mega ofrenda durante la celebración del día de muertos.