Fue jugador de béisbol en su juventud,[2] hasta que un entrenador de atletismo descubrió su talento para correr y se convirtió en velocista.
[4] Un par de meses después, en las olimpiadas, Hines, un atleta negro, se encontró en una tensa situación debido a las manifestaciones racistas de su país que amenazaban con un boicot a los atletas negros del equipo de Estados Unidos.
Hines alcanzó la final de los 100 metros y la ganó.
Hubo controversia acerca del tiempo exacto, pero finalmente su tiempo de 9,95 fue reconocido como nuevo récord mundial (cronómetro electrónico, y además más rápido que en su anterior marca).
Tras estos sucesos, Hines firmó para los equipos Miami Dolphins[5] y Kansas City Chiefs[6] de la National Football League.