Este proyecto se frustró y el BAP nunca llegó a construir un edificio definitivo en Retiro.
Así las cosas, el BAP logró finalmente en 1901 la autorización del Gobierno Nacional para construir su propio tendido ferroviario desde Palermo hasta Retiro.
Aunque manteniendo la elegancia arquitectónica del BAP, la estación Retiro era en esencia un curioso galpón de líneas Tudor construido en seco con hierro, zinc y madera.
Una serie de ambiciosos proyectos públicos y privados proliferaban por toda la zona (por ejemplo, el Edificio Calvet).
De esta manera, el BAP adquirió una sucesión de predios baldíos en diagonal al lote del futuro Correo Central y proyectó su jugada maestra: construir allí una imponente estación terminal en altura, con tres andenes y conectada en viaducto con Palermo.
Cuadruplicar las vías hasta Paternal, y de allí construir un nuevo viaducto hasta Palermo (con las consiguientes nueva estaciones), electrificar el servicio, construir un puente sobre la Avenida San Martín, agregar una estación en Chacarita para combinar con el Subterráneo Lacroze, entre otras ideas y necesidades, fueron algunas de las cosas que el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico realizó o planificó realizar durante esos años.
Las empresas competidoras del BAP habían construido grandes palacios para sus terminales, que contrastaban fuertemente con la pequeña construcción provisora de 1912.
Además, la Compañía Hispano Argentina de Obras Públicas y Finanzas (CHADOPyF) había comenzado la construcción del subterráneo Retiro-Constitución.
A los pocos años las autoridades del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico deciden vender las tres manzanas que habían adquirido para la terminal ferroviaria, y concentrarse en construir en Retiro una gran terminal ferroviaria a la altura de sus competidores.
Salvo por el Viaducto Sarandí (construido durante el peronismo), la mayor parte de los proyectos ferroviarios británicos incompletos quedan truncos.
Al margen de algunas construcciones complementarias poco significantes, la estación permanece prácticamente sin cambios durante los años siguientes.
El año siguiente se construyó una nueva boletería, en sustitución a la original de madera del BAP.
Finalmente ese mismo año se decide demoler el Puente de la Reconquista y construir el viaducto Paternal-Palermo.
La estación en sí misma es una gran curiosidad arquitectónica, puesto que fue construida en chapa, hierro y madera por su carácter provisorio, pero aun así el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico la dotó de un cuidado estilo industrial con toques neo-tudor al igual que las demás estaciones de la línea.
La estructura interna de este primer edificio fue realizada completamente en madera, siguiendo los métodos tradicionales del tudor original.